Fórmula 1
Carlos Sainz, entre la decadencia de McLaren y el futuro en Ferrari
El piloto español afronta su última temporada en la escudería británica antes de recalar en Maranello
El fin de semana el circuito de Spielberg en Austria abrirá la temporada. Se correrá allí dos domingos seguidos. El trazado que es propiedad de Red Bull hará doblete, como sucederá con Silverstone en Reino Unido. Los tres meses de parón pueden haber perjudicado a Mercedes y beneficiado a Ferrari, ya que la Scuderia no logró buenos resultados en los ensayos de pretemporada. Había problemas de motor, aunque en Maranello ahora parecen respirar en parte tranquilos. Y es que el ambiente entre Leclerc y Vettel promete emociones fuertes. El alemán quiere ganar a toda costa el año de su despedida y esta cuestión nunca la llevaron bien en el seno de la escudería. Esto puede ayudar a Hamilton a lograr su séptima corona si es que aterriza en el campeonato con la concentración debida. Mercedes, Ferrari y Red Bull volverán a dominar y después se situarán otros como McLaren con Carlos Sainz al frente.
El madrileño afronta el inicio de la campaña sabedor de que tiene que cerrar con buen sabor de boca su paso por el equipo inglés. Hasta ahora es intachable, pero además tiene que aterrizar en Ferrari con la fuerza que tiene en la actualidad. Y no será fácil. La escudería inglesa pasa por una situación financiera delicada y esto puede afectar al desarrollo del coche y el equipo en los próximos meses.
En Woking existe la percepción de que otros equipos están mejor y apuntan a Racing Point y la inyección de dinero que ha recibido por parte de su propietario, Lawrence Stroll, un multimillonario canadiense. Carlos Sainz tendrá que pelear con estas dificultades, con las justas prestaciones del motor Renault y mirar de cerca la evolución de su compañero Lando Norris, que inicia su tercer año en la F-1 y necesita ya demostrar que la inversión realizada por McLaren en él está justificada.
McLaren es uno de los equipos más perjudicados por la crisis sanitaria, ya que sus acertados planes de futuro han quedado trastocados por el aplazamiento de la normativa técnica y 2020 empieza a convertirse en un año de transición. El problema es que 2021 se presenta igual. Cambiará la unida de potencia de Renault por la de Mercedes, pero mantendrá el mismo chasis adaptado al motor alemán, algo que no es lo más adecuado. McLaren tenía todo armado para dar el salto de calidad que viene necesitando desde hace años, pero la COVID-19 acabó, de momento, con esta solución.
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