Cuando Benzema se convirtió en Santillana

Al Real Madrid le costó mucho crear juego ofensivo en Getafe el domingo, mientras que el miércoles en Cádiz resolvió el partido en un pispás con tres goles y un ataque fluido. La diferencia principal entre estos dos días es que en el primero no estuvo Benzema, que arrancó en el banquillo, y en el segundo sí que fue titular el francés, además de ser el mejor futbolista sobre el césped con un doblete y una asistencia magnífica para el tanto de Odriozola. Karim sigue siendo el «nueve y medio» que disfruta en la mediapunta y se encarga de engrasar el fútbol de ataque de su equipo. Con un toque clarifica la jugada y pone en ventaja a sus compañeros ante los defensas rivales. Una bendición para este Real Madrid, que echó de menos en el Coliseum y de la que se aprovechó en el Carranza para tener una noche de lo más tranquila.

Con un calendario tan cargado y tantas lesiones, Zidane quiso darle un respiro en Getafe, pero en Cádiz volvió al once. Al día siguiente, el delantero enseñó en las redes sociales cómo se recuperaba de la paliza metido en una bañera llena de agua fría con cubitos de hielo flotando. El esfuerzo del «9» es enorme, pero sabe mejor que nadie cuánto lo necesitan sus compañeros, porque no hay ninguna referencia como él en ataque dentro de la plantilla.

Karim hace jugar al equipo y además es un delantero goleador que ha multiplicado sus minutos dentro del área y los remates a portería. Ha evolucionado muchísimo en su versión de «killer», un rol que interpreta con la misma finura con la que inicia las jugadas. Su gol de tacón al Barcelona en Valdebebas es ya uno de sus tantos más bonitos desde que llegó al Real Madrid, pero su repertorio no deja de crecer.

El remate de cabeza no era precisamente su fuerte en el pasado y ahora resulta que se ha convertido en una especie de Santillana venido desde Lyon. En las últimas dos temporadas y media ha anotado 16 tantos de cabeza, el último el otro día al hacer el 0-3 al Cádiz al aprovechar el pase de Casemiro. Y resulta que en los nueve cursos anteriores, los restantes desde que llegó a Madrid, había anotado de cabezazo esos mismos goles. Es decir, que está en las mismas cifras anotadoras con la cabeza en los últimos 139 partidos que en los 412 que había jugado anteriormente. Una estadística que deja claro su gusto actual por meterse entre los centrales y elevarse para marcar.

Zidane volverá a contar con él otra vez hoy ante el Betis, porque no quiere el Madrid despistarse en la Liga ante la inminente llegada de la ida de las semifinales de Champions. Se han empeñado en no renunciar a nada a pesar del desgaste y esto pasa por ganarle al Betis. «No es un partido trampa, porque sabemos que es un gran equipo contra el que nos vamos a enfrentar, que ha ganado aquí los últimos años. Tenemos que dar la mejor versión. Va a ser otra prueba más. Hemos recuperado bien y nos vamos a enfrentar a un grupo que juega muy bien al fútbol. Estamos preparados», reconocía Zidane, que anunció la baja de Kroos y el regreso de Modric y, especialmente, el de Eden Hazard.

Con el belga han ido muy poco a poco tras su última lesión y plantearse incluso volver a pasar por el quirófano para retirar la placa del tobillo. Su vuelta dependía de las sensaciones del propio futbolista, que no juega desde el 13 de marzo y que en lo que va de temporada sólo ha podido participar en catorce encuentros. Ahora vuelve a entrar en la convocatoria en un nuevo intento por ser importante en el Real Madrid. Zidane lo quiere listo para intentar el asalto a la Champions.