Eurocopa

Eurocopa 2020

Luis Enrique, de Wembley a Wembley

Luis Enrique comenzó su carrera como seleccionador en un partido contra Inglateterra en el estadio londinense, adonde busca regresar el domingo para la final

Luis Enrique, rodeado de sus jugadores en el entrenamiento
Luis Enrique, rodeado de sus jugadores en el entrenamientoManu FernandezAP

Wembley señaló el camino de Luis Enrique desde el comienzo de su carrera en el banquillo de España. Allí debutó en septiembre de 2018 en lo que era también el estreno de la Liga de Naciones. Saúl y Rodrigo Moreno marcaron los dos goles de la victoria de España (1-2) en lo que podría ser una señal de lo que espera a la Roja en esta Eurocopa.

Mucho ha cambiado la selección desde aquel momento. Lo previsible es que sólo Busquets repita de aquella alineación, en la que también estaban De Gea y Thiago. «Que cambien jugadores va con la idea que tenía el primer día de que quería traer a los jugadores que viera que volaban. Eso es lo que vengo haciendo y es lo que quiero hacer», dice.

Wembley vuelve a ser el primer paso para llegar a una final que se celebra en el mismo estadio. Posiblemente contra Inglaterra, lo que haría que el círculo del primer gran torneo de Luis Enrique como seleccionador se cerrara de manera perfecta.

Pero todavía no quiere pensar en eso el técnico español. Ni por España ni por Inglaterra. «¿Qué pasa, que Dinamarca no juega?», dice. «Me parece una selección muy interesante, con muchas cosas positivas», añade.

Pero lo que le preocupa de momento es Italia, una selección que quiere el balón como España, dispuesta a discutirle el estilo. El que gane esa batalla estará más cerca de ganar el partido. Aunque no es el único factor que puede decidir la victoria.

«Somos líderes en posesión de balón, pero ellos también pueden hacer un buen uso del balón. Esa será la primera batalla por conquistar. Ellos se pueden adaptar a jugar sin balón, pero son más fuertes con él. Nosotros lo queremos y lo necesitamos. Si tenemos que jugar a otra cosa nos adaptaremos, pero preferimos estar con la posesión del balón», reconoce el seleccionador.

Sin la pelota, España se convierte en una selección diferente, más insegura, más débil. A la Roja le gusta la pelota para atacar y para defenderse. Si no encuentra la manera de hacer daño al rival, tenerla es la mejor manera de que no le hagan daño a ella.

Pero cuando toca defender destaca la figura de Aymeric Laporte. El central del Manchester City es el único defensa que ha comenzado como titular los cinco partidos de España. «Es un central top», asegura el seleccionador. «Sin ninguna duda, en ataque y en defensa. Nos permite generar claridad para encontrar al hombre libre, domina las dos piernas, el juego aéreo, tiene buena constitución física, que le permite ser fuerte y rápido y estar atento a la anticipación y a las coberturas», añade el técnico. «Es un central top y estamos encantados de que haya decidido jugar con España», asegura.

Laporte no se entrenó el domingo junto al resto de sus compañeros, pero está disponible para jugar contra Italia. «Ayer no entrenó Laporte y alguno más porque les damos esa opción, quedarse en el vestuario o hacer bicicleta u otra cosa que les venga bien», explica el seleccionador.

Laporte es un «fichaje» del seleccionador para hacer el centro de la defensa más competitivo y para aportar un poco más de experiencia al grupo. La juventud es una de las características evidentes de la selección. «No somos una selección experta. Adquirir esa experiencia que nos da pasar los cuartos creo que es muy positivo y hay que valorarlo. Lo que hacemos es centrarnos en el partido y en la gran oportunidad que tenemos de poder jugar una final. El objetivo es muy atractivo», reconoce el seleccionador.

España es joven, pero eso no significa que tenga más hambre que otras selecciones. «Este grupo cada vez que ha venido a las concentraciones ha venido con ganas de hacerse un sitio en él. Lo que sí hemos intentado fomentar son las virtudes que tienen nuestros jugadores e intentar que se noten lo menos posible los defectos y que haya un buen ambiente. El hambre está relacionada con las ganas de hacer algo y eso lo tiene cualquier selección cuando juega un europeo», advierte el seleccionador.

De la motivación se encarga Joaquín Valdés, el psicólogo. «Siempre comentamos la importancia de llegar con la motivación justa y necesaria. Suele haber la tendencia a jugar sobreexcitados, que pretendemos evitar. Tenemos que concentrarnos en lo que tenemos que controlar, en ataque y en defensa y eso hace que te evadas del resto», asegura. «Ser una selección joven no significa que no tenga experiencia. Este es un partido en el que representamos a todo el país y espero que estemos a la altura y demos una alegría», asume.

Sería el primer paso para regresar a Wembley el domingo, al lugar donde empezó todo, aunque muchos jugadores no se acuerden porque ni siquiera habían «nacido» para la selección. De Wembley a Wembley.