Boxeo

50 años del «Ali, mátalo» en el histórico combate contra Foreman en el Zaire

El 30 de octubre de 1974 los dos boxeadores se enfrentaron en Konshasa en una legendaria pelea entre el negro de los negros y el negro de los blancos

Muhammad Ali contra George Foreman
Muhammad Ali noquea a George Foremanlarazon

«Ali, bumaye», gritaban los niños zaireños al paso de Muhammad Ali mientras corría por las calles de Kinshasa para preparar la pelea contra George Foreman. «Ali, mátalo», le decían. Porque aquel 30 de octubre de 1974 se enfrentaban los dos grandes pesos pesados del momento, pero además dos maneras de entender la lucha racial. Ali era el negro que representaba la lucha de los negros por la igualdad, un apóstol de Malcolm X. Un guerrillero a puñetazos que había pasado por la cárcel al negarse a ir como recluta a la guerra de Vietnam. Foreman era el negro condescendiente con los blancos. Y en Zaire todos iban con Ali, con la agilidad de sus piernas, con la pìcadura de sus puños y con su incontinencia verbal. El negro de los negros contra el negro de los blancos.

Hasta allí los habían llevado el dinero y dos personajes siniestros: el dictador Mobutu Sese Seko y Don King. Ninguno de los dos boxeadores querían enfrentarse a cambio de cualquier cantidad. Pedían cinco millones de dólares cada uno. Demasiado dinero para casi cualquiera. Sólo un oportunista como Don King, el promotor de los pelos de punta, supo ver lo que significaba organizar aquel combate que le llevó a dominar el boxeo mundial durante los dos siguientes decenios. Mobutu, uno de los dictadores más corruptos y sanguinarios de la historia, puso los diez millones de dólares que luego recuperó con los ingresos recibidos de la televisión para adoptar el horario de la pelea al horario estadounidense. Una miseria al lado de los 5.000 millones de dólares que se estima que robó a su país. Era una gran operación publicitaria para el país y sobre todo para Mobutu. Y hasta Kinshasa se fueron Ali y Foreman para pegarse el 25 de septiembre. En los días previos habían actuado James Brown, B.B. King y Celia Cruz entre otros.

Esa era la fecha elegida en principio, pero un accidente obligó al aplazamiento. Foreman sufrió un corte en la ceja y la pelea se trasladó al 30 de octubre. Pero ante el temor de que Foreman no regresara, los dos boxeadores se vieron obligados a permanecer en Kinshasa durante seis semanas. Tiempo suficiente para que los zaireños sintieran a Ali como uno de los suyos. Y para que Foreman se convirtiera en el enemigo. Además, «feo», como le decía Ali, que presumía de su belleza.

El legendario combate se conoció como «Rumble in the jungle». Un sonoro nombre que se traduce como «pelea en la jungla». Una pelea con nombre propio que va más allá del deporte y que ha dejado argumentos suficientes para convertirse en un clásico de la literatura y del cine. Norman Mailer estaba allí como periodista y de esas semanas de estancia en Kinshasa nació su libro «El combate». Años más tarde el documental «Cuando éramos reyes», retrató en profundidad la pelea.

Foreman, un pegador que defendía el título de campeón del mundo se vio ganador en los primeros asaltos -entonces las peleas todavía eran a quince rounds-. Imponía su pegada y Ali, contra las cuerdas se dejaba pegar esperando que llegara su momento. Sólo necesitaba que su rival se cansara de pegar. Y sucedió.

En el octavo asalto Ali noqueó a Foreman y se convirtió en campeón del mundo unificado. Para él fueron los cinturones de campeón del Consejo y de la Asociación Mundial de boxeo. Y después, la historia.