Fórmula Uno
Alonso y los medios: 20 años en una montaña rusa
Lo vivido con Lobato en Bakú ha sido poco menos que una broma en comparación con conflictos anteriores
Entre las secuelas del Gran Premio de Azerbaiyán destaca el roce protagonizado por Carlos Sainz y Fernando Alonso en la carrera sprint del sábado. El madrileño, en una maniobra totalmente legal, defendió su posición frente al de Aston Martin, algo que molestó al asturiano, que incluso propuso a su equipo denunciar la acción por considerarla peligrosa. Aquello pasó sin más. La FIA ni siquiera entró a valorar la acción. Esto provocó el enfado del asturiano y al día siguiente lanzó por televisión un mensaje al periodista Antonio Lobato, con el que, según el narrador, tuvo una pequeña diferencia de criterio sobre esta maniobra de Sainz a través del WhatsApp. "Tendrán otros intereses en el plató", soltó Alonso cuando tuvo que atender a Dazn. Lobato ofreció su punto de vista en Radio Marca: "Es una cosa surrealista, se ha montado un lío tremendo por una tontería. Alonso es así de bromista. No pasa nada, nos llevamos muy bien. El problema es que en muchas cosas somos muy parecidos, cabezotas y temperamentales".
La relación de Alonso con los medios ha tenido muchos altibajos. Nunca ha sido mucho de su agrado pese a acumular cientos de horas entre entrevistas y eventos publicitarios en los últimos 20 años. Desde el principio no le hacía mucha gracia y con los años se convirtió en un maestro de hablar y no decir nada. O de mandar los mensajes adecuados sin necesidad de mojarse demasiado. Cuando Alonso comenzó había muy pocos medios españoles en cada carrera. En alguna estancia en Madrid el propio Alonso llegó a dormir en casa de alguna de ellos. Cuando irrumpió la "Alonsomanía" llegó a compartir días de playa entre carreras oceánicas con el equipo de televisión que cubría el campeonato. Hasta jugaba partidos de futbol en Madrid con parte del equipo que le acompañaba a cada Gran Premio. Pronto aprendió que los medios podía jugar un papel importante a la hora de hacer daño al rival y en muchos casos usó a los medios, nacionales e internacionales para mandar mensajes que con el tiempo le beneficiaran. Vamos, lo que hacen todos. Eso sí, ha habido desencuentros con casi todos los medios españoles. Aunque nada como los conflictos con la Prensa inglesa entre 2007 y 2012 cuando fueron a por él sin conseguir su objetivo.
La parte de los medios de comunicación que peor ha llevado Alonso ha sido la prensa rosa. Siempre muy receloso de guardar su vida privada, en la mayoría de los casos lo consiguió a pesar de ser una de las figuras más perseguidas en España durante años. El momento cumbre fue la publicación de la noticia de su boda en un medio asturiano, algo que él no había querido comunicar. La situación tardó en desbloquearse algunos meses.
El roce dialéctico con Lobato no ha sido nada comparado con los que tuvo con periodistas como Peter Windsor o Matt Bishop, sobre todo en la época en la que Hamilton irrumpió en McLaren en 2007 y tuvo en la prensa de su país algo más que un aliado a la hora de presionar a los responsables de la escudería para ofrecer la mayor igualdad posible. Aquello terminó por dar un campeonato a Ferrari.
Alonso se ha convertido a estas alturas en un experto a la hora de tratar con la prensa y las televisiones. En Aston Martin no han tardado en percibirlo. Conoce bien el medio y sabe cómo utilizarlo. Y eso sí, no olvida a quienes le han acompañado desde el principio o le han seguido en circunstancias complicadas.
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