Alonso quiere el pluriempleo

Fernando Alonso se encuentra en uno de sus mejores momentos a nivel deportivo. Con 41 años, el físico no es un problema para el asturiano y conforme pasan los meses mejora su rendimiento con carreras y actuaciones que mejoran las de su compañero Stroll con el mismo coche o las de muchos de sus rivales incluso con coches superiores. El piloto de Aston Martin va más allá y ha dejado entrever que no le importaría alternar dos competiciones como hizo en anteriores etapas con McLaren, donde disputó las 500 Millas de Indianápolis y las 24 horas de Le Mans. La historia comenzó en la conferencia de prensa que los pilotos ofrecieron de forma conjunta con otros compañeros el pasado fin de semana en Canadá.

En esta ocasión coincidió con Leclerc, que venía de Francia de presenciar el triunfo de Ferrari en las 24 horas de Le Mans con la entrada del nuevo reglamento técnico y los Hipercar como protagonistas. El monegasco comentó que compatibilizar ambas categorías, F-1 y Mundial de Resistencia, le resultaría complicado, a lo que Alonso enseguida replicó. Y es que al español no le importaría nada correr los campeonatos que fueran necesarios con tal de estar siempre subido a un coche de carreras. Claro que para aguantar ese ritmo hay que tener una privilegiada preparación física y mental de la que solo unos pocos pueden presumir. En el caso de Alonso se dan dos circunstancias. Cuando compitió a la vez en los mismos campeonatos, 2018, corría con McLaren. Fue una temporada en la que Alonso y McLaren venían de vivir un desastre total con Honda y el español se encontraba en los últimos puestos de la clasificación, algo que mejoró en 2018 con la llegada de Renault, en la que ya tenía firmado su acuerdo con Toyota para competir en Le Mans. Fue el precio que pagó McLaren para intentar retener a su piloto estrella. Dejarle compatibilizar sendos campeonatos.

Alonso ganó ese año y mejoró su rendimiento en la F-1, pero en el mes de junio anunció su retirada, sin especificar si sería definitiva o temporal. Fue entonces cuando, ya lejos de la Fórmula Uno, ganó en Daytona, intentó vencer en Indianápolis (fue una «calamidad») y probó en el Dakar. En ese tiempo ganó dos veces Le Mans y también se proclamó campeón del mundo de Resistencia.

Ahora, viendo que el Aston Martin va bien, que hay pulmón financiero y que tiene mucho poder dentro del equipo, ha dejado caer que no le importaría alternar la Fórmula Uno con el nuevo certamen de Resistencia. Años antes, Nico Hulkenberg hizo algo parecido cuando era piloto de Force India y ganó la carrera más famosa del mundo con Porsche. Sólo fue una temporada. A Alonso le gustaría que fuera con Ferrari, pero eso chocaría con los intereses comerciales de su actual equipo, Aston Martin, que compite en la misma categoría comercial que la marca italiana. Sin embargo, Alonso siempre se ha caracterizado por romper esquemas y este podría ser su próximo reto. Eso sí, su carga de trabajo aumentaría considerablemente porque afrontar dos campeonatos tan duros como estos requiere mucha atención. Hay que conocer los secretos y el funcionamiento de dos máquinas muy diferentes, mucho simulador y muchas sesiones de entrenamientos, al margen de los viajes. Algo que no importaría al asturiano si eso se compensa eliminando todo lo que sea ajeno a la competición, como los eventos y compromisos varios. Es la parte que considera más pesada del trabajo de los fines de semana a pesar de su buena actitud en los últimos meses para afrontarlos.