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Así es la desordenada vida de Dembélé

Dembélé, en el partido ante el Athletic Club en el que se lesionó
Dembélé, en el partido ante el Athletic Club en el que se lesionólarazon

La séptima lesión de Dembélé en apenas dos temporadas y dos meses y el desarrollo de los acontecimientos (su viaje a Francia en lugar de acudir a hacerse las pruebas médicas el día siguiente del partido ante el Athletic) siguen resonando en el Barcelona y han vuelto a poner en entredicho la vida privada del francés. Un deportista de élite debe serlo las 24 horas del día, no sólo cuando juega y entrena, y hay quien pone en duda que el veloz extremo lo haga. El último ha sido Mickael Naya, el cocinero que el atacante tuvo en Barcelona de agosto a diciembre del año pasado, que habló para el periódico francés "Le Parisien". "Ousmane es un buen chico, pero no tiene su vida en sus manos", comienza diciendo el chef en el medio galo. "Vive constantemente con su tío y con su mejor amigo, que no se atreven a decirle nada. Es una vida desordenada. Nunca he visto alcohol, pero no respeta en absoluto los plazos de descanso, no hay una estructura de alto nivel a su alrededor... Traté de organizar las comidas de acuerdo con los partidos, momentos de recuperación y todo salió bien", continúa Naya. Lo cierto es que, casualidad o no, justo esos meses han sido los mejores de Dembélé en el Barça, sin lesiones y marcando goles decisivos. Pero, también según "Le Parisien", un problema con el agente rompió la relación.

"Ousmane y su séquito se dicen a sí mismos que, en cualquier caso, serán criticados pase lo que pase. Son ricos y no les importa", añade el cocinero. Poco ha tardado Dembélé en volver a ser cuestionado, después de una pretemporada magnífica. Regresó una semana antes de las vacaciones para ponerse en forma, pues el curso pasado lo terminó con otra rotura muscular; brilló en los partidos de preparación, peligroso con el regate, rápido y goleador, pero en la primera jornada de Liga en San Mamés todo se ha hecho añicos. Ahora estará cinco semanas sin poder jugar. Pese al enfado que hay en el club, su agente asegura que se queda "al 1.000 por cien". Si se ordena fuera del campo, seguro que su rendimiento dentro mejora y las lesiones disminuyen. Talento tiene.