El ataque del Betis gana a su propia defensa y a la Fiorentina (2-2)

El Betis jugará su primera final europea tras empatar 2-2 en el campo del Fiorentina (4-3 en el global) en un partido de enorme exigencia física y mental y en el que el gran rival del conjunto de Pellegrini fue él mismo. Estuvo notable en ataque y suspendió en las jugadas a balón parado. Por eso rozó el abismo tras desperdiciar una ventaja inicial por sus graves errores en los saques de esquina, pero acabó imponiéndose en la prórroga gracias a un gol de Abde que culminó una brillante jugada colectiva.

El primer golpe lo asestó el Betis. En el minuto 30, Antony volvió a dejar una muestra de su talento individual. El brasileño ejecutó una falta desde el perfil derecho con una rosca perfecta que superó la barrera y se golpeando en el palo David De Gea. El tanto, segundo suyo en la eliminatoria, ponía a los verdiblancos en una posición inmejorable para cerrar el pase y confirmaba que la llegada del brasileño lo ha cambiado todo en el conjunto sevillano.

Los fallos del Betis en defensa

Sin embargo, es más complicado ganar si no se defienden bien las jugadas a balón parado. Cuatro minutos después del gol bético, Mandragora botó un córner desde la derecha y Robin Gosens apareció sin oposición para cabecear con potencia al segundo palo. La defensa se quedó estática, y Vieites no pudo hacer nada.

Lejos de reaccionar con firmeza, el Betis repitió el error. En otro saque de esquina, esta vez desde la izquierda y servido por Adli, volvió a aparecer Gosens, de nuevo libre de marca. Su remate de cabeza entró por el primer palo, dejando helado al equipo español, que veía cómo dos acciones mal defendidas devolvían la eliminatoria a su punto de partida.

Tras el descanso, el Betis consiguió calmarse y volvió a asentarse en el partido. Isco asumió la responsabilidad en la creación, siempre buscando a Antony, que fue el mayor generador de peligro. La entrada de Abde por banda izquierda añadió desborde y frescura a un equipo que, sin dominar del todo, logró instalarse con frecuencia en campo rival.

El equipo verdiblanco terminó el tiempo reglamentario con las mejores ocasiones: en el minuto 88, Antony probó a De Gea con un disparo cruzado tras un error de Richardson, y Abde cazó el rechace, pero volvió a encontrarse con el portero español, que sostuvo a la Fiorentina con dos intervenciones cruciales.

Pese a que temblaba en cada balón parado, el Betis fue más valiente en los momentos importantes. Y fue entonces cuando apareció la jugada definitiva. Con Ruibal como delantero centro, controló de espaldas un balón complicado y, con un gesto técnico soberbio, se giró para filtrar un pase preciso en profundidad hacia Antony. El brasileño, un futbolista histórico, se la dio a Abde para llevar al Betis donde nunca había llegado.