Euroliga

Hanga: «Perdimos algún partido que fue un poco vergonzoso»

Adam Hanga disputará con el Real Madrid su tercera Final Four con tres equipos diferentes El alero repasa una temporada «dura» antes del Clásico más importante del curso

Adam Hanga disputará en Belgrado su tercera Final Four
Adam Hanga disputará en Belgrado su tercera Final FourPedro CastilloReal Madrid. com

Adam Hanga (12-4-1989, Budapest) cambió Esplugas por Boadilla, el Barcelona por el Real Madrid, pero siempre que puede mantiene la costumbre de ir a buscar al colegio en bicicleta a sus hijas de 8 y 5 años. Va a vivir con el Madrid su tercera Final Four en busca de su primer título. Protagonista con el Baskonia y relegado con el Barça de Jasikevicius. Llega a Belgrado en el mejor momento de forma de la temporada.

¿Con qué se queda de Vitoria, Madrid y Barcelona?

Son tres ciudades en las que he disfrutado. Vitoria es cercana, pequeña tiene muchos parques, mucho verde, aunque el tiempo no es el mejor, pero siempre estará en mi corazón porque allí nacieron mis dos hijas. Barcelona y Madrid tienen mucho que disfrutar. En Barcelona está el mar, aunque en cuatro años creo que fui cinco veces, me conformaba con verlo de lejos. Aquí no vivo en el centro, pero los días de partido aprovechamos y salimos a cenar por ahí. Madrid me encanta.

¿Son muy diferentes Baskonia, Barça y Madrid?

He tenido la suerte de jugar en los tres equipos más grandes de España. No es casualidad que sean los tres clubes con licencia A en la Euroliga. Siempre están compitiendo, tienen grandes plantillas y yo he tratado de aprender muchas cosas de cada uno porque su carácter y su personalidad son diferentes... Los tres me han hecho mejorar poco a poco y he podido jugar en diferentes roles y diferentes posiciones.

¿Por qué no jugó en la NBA?

Llegué a Manresa con 21 años desde mi país y el salto es enorme. Intenté jugar en la NBA y cuando me draftearon me dijeron que era muy mal defensor. Bueno, no sé si sería verdad, pero decían que no defendía nada. Yo pensaba que para llegar a la NBA tenía que mejorar mucho en defensa. Entonces me concentré mucho en ese aspecto y al final mira... no llegué a la NBA y después del último año en Baskonia la única oferta de verdad que llegó fue la del Barça.

Es su tercera Final Four, ¿cómo recuerda las anteriores?

Se parece un poco a la Copa del Rey. Con Baskonia fue una experiencia increíble porque éramos un equipo al que nadie esperaba y estuvimos muy cerca de ganar al Fenerbahçe en semifinales. Jugué 44 minutos, fue un partido increíble con prórroga, pero perdimos. El año pasado con el Barça no tenía mucho protagonismo, jugué muy poco. Llegar tres veces con tres equipos distintos quiere decir que soy un afortunado.

¿Dónde se da más importancia a los Clásicos: en Madrid o en Barcelona?

Ufff, buena pregunta. No lo tengo claro. Lo que es seguro es que se necesitan el uno al otro y esa rivalidad hace que mejoren también a nivel de club. Tener un Clásico en la Final Four es lo más.

¿No cree que los precedentes más recientes con el Barça pueden pesar en Belgrado?

Eso se supera ganando un día, no sé si será en la Final Four o en otro día, pero es la manera de superarlo. Las malas rachas tarde o temprano acaban. Después de cinco Clásicos seguidos perdidos, los dos últimos partidos nos sirvieron de mucho porque fueron partidos muy apretados (Copa del Rey y en Barcelona) y mejorando detalles se puede ganar.

¿Cómo se gana al Barça?

Habrá muchos aspectos importantes. Es un equipo muy, muy completo... como el año pasado jugué allí los conozco perfectamente. Sé su filosofía, cómo quieren jugar, cómo quieren atacar, intentan tener todo muy controlado hasta el último detalle, que todo vaya a la perfección. Es un equipo que tiene muchas armas en ataque, pero en defensa no... no son el mejor equipo de Europa defendiendo, pero en ataque son muy buenos.

¿Cómo se superó la mala racha de resultados que vivieron desde mediados de enero?

Con el trabajo día a día, intentando mejorar y pensar en el futuro. Es la manera de superarlo y lo hemos hecho en el momento más importante. Han sido unos meses muy complicados, muy duros, hemos perdido partidos que ha sido un poco vergonzoso, fueron partidos en casa, con todo el respeto a todos los equipos, pero somos el Madrid. A veces un equipo necesita pasar una mala racha o superar momentos difíciles para luego dar un paso adelante.

Y luego llegó lo de Heurtel y Thompkins, ¿se saneó el ambiente con su «salida»?

Lo que pasó no ayudó. Cualquier cosa que le pase al equipo, a nivel de Prensa, aunque no queramos leer o tratemos de no darle importancia, sabemos lo que está pasando y que la gente habla. Pero dentro de nuestro vestuario, es un sitio en el que nadie entra, ni la Prensa, ni la gente, ni familia, ni nadie... siempre hemos tenido confianza los unos en los otros.

Usted también parece llegar en el mejor momento de la temporada...

He tenido muchos problemas físicos, jugaba un partido, me perdía dos, me perdía entrenamientos... ahora estoy bien físicamente, me siento muy bien, y eso para mi estilo de juego es muy importante.

¿Ha aprendido lo que esperaba de tipos como Llull o Rudy?

Sí, porque cuando ficho por el Madrid yo tenía claro que iba a ser un año de aprendizaje de todos los jugadores que llevan años aquí y que han ganado muchos títulos. Intento siempre aprender mucho de mis compañeros como el año pasado cuando jugué con Pau.

Le queda un año más de contrato, ¿se piensa en eso a estas alturas?

Ufff sí. No te puedes imaginar el miedo que tenía cuando me echaron del Barcelona. Un miedo entre comillas porque estaba todo en el aire y no sabíamos qué iba a pasar en el futuro. Mis hijas son más españolas que húngaras. Llevan toda la vida en España, sólo están los meses de verano en Hungría... para mi y para mi familia ha sido muy importante seguir en España. Y seguir compitiendo en el mismo nivel. Me siento muy afortunado de jugar en el Madrid.

Desde su etapa en el Baskonia ha trabajado con un “mental coach”...

Sí. Allí teníamos un “mental coach” que si alguien quería podía trabajar con él y teníamos una relación muy estrecha, una amistad porque llevamos muchos años juntos y nos llevamos muy bien. La relación va más allá del baloncesto porque trabajamos sobre otras muchas cosas como la familia que es más importante que el baloncesto.