Titan Desert 25

Las mejores piernas del desierto no son suficientes

Luis León Sánchez vuelve a ganar la etapa y Andrey Amador sentencia a falta de la última

Luis León Sánchez con Fran Herrero
Luis León Sánchez con Fran HerreroAitzol Bilbao / World Titan Series

Luis León Sánchez disfruta en la Titan Desert como cuando se iba de campamento siendo niño. «Parece una acampada», dice cuando llega a la meta después de ganar su segunda etapa. La Titan es una convivencia en la que se mezclan antiguos profesionales de la carretera, ídolos para muchos otros participantes, con gente que coge vacaciones en su trabajo para «disfrutar» de una semana en el desierto.

«Estamos en el desierto, tenemos que convivir entre todos nosotros, eso nos hace también ser más amables con el resto de participantes y es igual para todos», advierte Luisle, que no pierde las ganas de luchar a pesar de que una avería lo dejó fuera de la pelea por el triunfo final. Pero el murciano es un hombre comprometido y quiere seguir haciéndose visible por el compromiso por sus patrocinadores y con sus compañeros, que lo cuidan en la jaima ya que en carrera apenas pueden verlo.

Luisle tiene más fuerza que ninguno, las suyas son las mejores piernas del desierto, aunque le cueste alejarse de Andrey Amador. El costarricense se pega a su rueda, consciente de que nadie tiene más potencia que él y que la suya es la mejor sombra a perseguir.

Del resto, lo que más le preocupa es la habilidad de Fran Herrero para navegar en el desierto. Los favoritos envidian de él su capacidad para encontrar atajos en el desierto; él envidia de ellos su potencia para rodar.

«Fran tiene mucha experiencia y Andrey está en el equipo idóneo, tiene muchísimas piernas, maneja muy bien la situación, antes del mundo profesional tocó la mountain bike, se vio en las dunas que tiene mucha técnica y aunque tenga buenas piernas contra eso no se puede hacer mucho», asume Luisle.

«Luis León está fortísimo. Está increíble. Y en las partes estas así de viento hace muchísimo daño. Y nos mete unos arreones que así viene uno a meta luego», reflexiona Amador, el líder de la carrera.

Del triunfo final parece que ya sólo puede apartarle una desgracia en forma de caída o de avería, como le sucedió a Luisle cuando rompió la cadena o a Sylvain Chavanel en la etapa del domingo. El francés, el hombre que más veces ha participado en el Tour, tuvo que retirarse el domingo después de sufrir una lesión de rodilla. Tendido entre la arena y las piedras del desierto y tapado con una manta térmica esperaba la llegada de la asistencia médica que lo trasladó al hospital de Errachidia.

«Pero es que ya ves aquí la cantidad de piedras que hay. No romper es más suerte que otra cosa», dice Amador. «No es como el ciclismo de carretera, que es más predecible lo que puede pasar. Es muy raro que el último día haya una caída», reconoce.

Pero en la Titan Desert la última etapa no es un paseo por los Campos Elíseos o por la Castellana. En la última etapa regresan las dunas que ya aparecieron en la primera etapa. De allí salió muy bien Andrey Amador. «Él ha dejado el mundo profesional hace poco y todavía tiene ganas de hacer cosas, de ser competitivo. Yo creo que eso también es bueno, ir dejándolo poco a poco. Han sido muchos años de profesional y eso no se pierde de un día para otro», reconoce Luisle.

Él ya lo vivió el año pasado, aunque antes de llegar a Marruecos hizo la Titan Arabia para adaptarse. Amador llega para ganar a la primera.