Vuelta a España

La Vuelta echa de menos a Roglic

Retirado después de su caída, deja a la carrera huérfana de su ambición y de sus ataques. Rigoberto Urán gana la etapa, que no hace diferencias entre los favoritos

Rigoberto Urán entra ganador en la meta del monasterio de Tentudía
Rigoberto Urán entra ganador en la meta del monasterio de TentudíaJavier LizonAgencia EFE

La Vuelta echa de menos a Primoz Roglic. El esloveno era el gran rival de Evenepoel para el triunfo final, pero además era el gran animador de la carrera. Pocos corredores hay con la ambición que demostró con su ataque en la etapa de Tomares. Esa ambición que le costó una terrible caída y el abandono de la Vuelta en la mañana del miércoles.

Aunque las pruebas a las que se ha sometido no han detectado ninguna fractura, esos golpes resultan más dolorosos al día siguiente. La piel de las heridas tira, todo molesta al contacto con las rozaduras y cuesta estirar los músculos contraídos por el choque contra el suelo.

Abandonó Roglic y dejó a la Vuelta huérfana. El corredor del Jumbo se ha ido enamorando de la carrera española con el paso de los años. Y su actitud siempre valiente ha ido enamorando también a todo el entorno de la carrera. No fueron fáciles los comienzos, cuando lucía siempre un aspecto serio y seco. Le costaba responder a las preguntas de la prensa y procuraba siempre que no fueran más de tres en 2019, cuando logró su primera victoria. Pero fue ganando en familiaridad y cariño, hasta el punto de afirmar que iba al Tour para preparar la Vuelta.

Ahora todo eso se ha ido al suelo. Lo bueno para él es que el ciclismo nunca ha sido el centro de todo. Valora su vida familiar –su mujer y su hijo lo acompañaron durante toda la Vuelta el año pasado–y disfruta de ella. Con ellos se recupera después de cada golpe y sale de casa con más fuerza.

«Hay carreras que te quieren y carreras que no», suelen decir los ciclistas. Y mientras el Tour ha demostrado que no lo quiere, la Vuelta lo ama con todas sus fuerzas. Lo malo para la Vuelta es que es un corredor único. Su marcha permite a Enric Mas adelantar un puesto en la clasificación, lo que significa más puntos para Movistar en la clasificación del WorldTour, pero a cambio le deja sin el hombre que más castigaba al líder con sus ataques y el que le podía abrir camino si el balear era capaz de aguantar su ritmo.

Todo eso se ha perdido y, aunque Mas lo intentó, sus ataques nunca han sido tan potentes como los de Roglic. El final de Tentudía hubiera sido ideal para que el esloveno intentara recuperar el 1:26 de diferencia con Evenepoel. Lo intentó en dos ocasiones Enric Mas, pero enseguida el belga se agarró a su rueda. Dos ataques sin más trascendencia que dejaron las cosas como estaban.- Sirvieron para demostrar que Evenepoel se siente más fuerte sin su principal enemigo y para que el nuevo grupo de tres principales caminara junto. Entraron juntos Evenepoel, Mas y Juan Ayuso, al que la retirada de Roglic ha subido al podio.

Ninguno de ellos tuvo opciones reales de ganar la etapa. La dureza no era demasiada antes de llegar a la subida que conduce al monasterio de Tentudía. Territorio de encinas de donde salen las bellotas para criar a los cerdos de pata negra de los que presume Monesterio, el pueblo que se encuentra en el pie, donde comienza el ascenso.

Por delante iba una fuga en la que destacaban ilustres como Rigoberto Urán, Jesús Herrada y Marc Soler. Pero el más rápido fue el colombiano. Entre él y el pequeño de los Herrada se coló el francés Pacher. Soler fue cuarto. Por detrás de ellos, los tres del podio respetaron el orden de la general.

Queda terreno todavía para que ese orden se dé la vuelta. La duda es si Enric Mas tomará el mando de los ataques o se preocupará de conservar los puntos que concede el segundo puesto, tan necesarios para que Movistar pueda asegurar la permanencia en el WorldTour.

Le quedan alternativas que le permiten ser más conservador. Miguel Ángel López intentará ganar una etapa y avanzar hacia el podio. Y la ambición de Ayuso no tiene límites. Ellos pueden ayudarle sin querer. Pero sin Roglic la Vuelta es diferente.

La foto que no tendrá Rigoberto Urán

Se lamenta Rigoberto Urán de no tener una foto levantando los brazos en meta para celebrar su victoria. Con el triunfo en Tentudía ya ha conseguido ganar en las tres grandes, Vuelta, Giro y Tour. Pero hay una razón para que no pueda tener esa foto para enmarcar festejando la victoria. «Mi esposa me dijo ‘’nunca lo quiero ver entrar en meta levantando los brazos por si lo pasan. Y nunca puedo levantar los brazos porque me matan en casa», bromea el colombiano después de su primera victoria en la Vuelta.