Fórmula 1
El último y desconocido negocio de Fernando Alonso
Tras el fracaso de Kimoa, el piloto vuelve a probar suerte con lo “sostenible” y se embarca en el proyecto de RAW Superdrink, una bebida ecológica con apenas dos años de vida.
Cada vez es más habitual que los deportistas de élite se lancen a participar en proyectos empresarial de todo tipo. Desde los videojuegos o la ropa hasta las bebidas.
Fernando Alonso tiene entre manos varios negocios desde hace años.El último, y probablemente el más desconocido, es el que le vincula a RAW Superdrink, una bebida ecológica que apenas tiene dos años de vida.
Fernando Alonso se ha sumado como inversor al lema de RAW, “Bebe para tu salud”,con el objetivo de acercar la bebida isotónica ecológica más saludable del mercado a una generación de deportistas y consumidores cada vez más preocupados por lo que consumen.
Bebida oficial del piloto
Este propósito ha motivado al piloto a formar parte por primera vez de una marca de bebidas, con la que se siente identificado, afirma el piloto en la web oficial de la marca: “RAW es la única bebida isotónica que ofrece una hidratación 100% orgánica y saludable, sin azúcares añadidos, dando finalmente una respuesta a una demanda que no para de crecer. Comparto con RAW muchos valores esenciales no solo en el deporte, sino como filosofía de vida en general. Promover un estilo de vida saludable, cuidarnos y pensar o soñar en un futuro mejor para todos, es algo realmente atractivo que me lleva a unirme a este proyecto”.
RAW se ha convertido en la bebida oficial del piloto, que lo acompañará en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 en cada carrera y en su día a día. “Trabajar con profesionalismo, con valentía, con pasión y disciplina y, sobre todo, el trabajo en equipo, son muchos los valores que comparto con RAW. No es solo una marca comprometida con la calidad de su producto, basada en ingredientes 100% orgánicos y la sostenibilidad en su producción, sino que también asume la responsabilidad social tan necesaria de promover una dieta saludable y accesible para todos “, explica el bicampeón del Campeonato del Mundo de Pilotos de Fórmula 1 y campeón del Mundo de Resistencia.
Más de 600.000 euros en ingresos
En 2020 la empresa facturó cerca de 600.000 euros, con más de medio millón de unidades vendidas. Unas cifran que suponen un incremento del 125% respecto al 2019, el año en el que RAW saltó al mercado.
La bebida está a la venta en su página web y en otras plataformas como el gigante del comercio electrónico Amazon. Hay un sinfín de modelos con distintos sabores: fresa y menta, naranja y mango, limón y lima… Su pack de 12 botellas no alcanza los 20 euros. Un precio, por tanto, más que asequible, para un producto que apenas suma 14 calorías y que se puede recibir en casa en 24 horas.
Su obsesión por lo sostenible
El piloto ha mostrado un gran interés en los últimos año por todo lo “sostenible” lo que le llevó a embarcarse en uno de sus negocios más sonados, su marca de ropa Kimoa, que se basa en ropa fabricada a base de materiales reciclados. Sin embargo, esta incursión de Fernando Alonso en el mundo de la moda no ha alcanzado las mismas cotas de éxito que la trayectoria deportiva del bicampeón mundial de Fórmula 1.
De poco sirvió que Fernando Alonso promocionara Kimoa en todas las competiciones, entrevistas a pie de pista o en apariciones en televisión como ‘El hormiguero’. El piloto ha tenido finalmente que tomar la decisión de venderla ante las millonarias pérdidas acumuladas durante cuatro años.
A pesar de la enorme exposición mediática que ha tenido Kimoa, la empresa no ha alcanzado la rentabilidad esperada y, en 2020, acumuló pérdidas de 650.000 euros. También el año pasado, los ingresos de la sociedad retrocedieron un 20% hasta los 843.000 euros, según informa Cinco Días tras consultar las cuentas anuales, depositadas en el Registro Mercantil.
En 2018, Quimoalar había superado el millón de euros en ingresos, pero al año siguiente, lejos de despegar el negocio, los ingresos retrocedieron un 11%, aunque también redujeron las pérdidas hasta los 575.000 euros. La situación en 2020, un año muy complicado para la industria textil por la pandemia, ha llevado a Alonso y a sus socios a tomar la decisión de vender la práctica totalidad de la marca.
La compañía lo confirmó a través de un comunicado en el que se detallaba que Fernando conservaría el 25% del capital de Quimoalar y seguirá siendo el embajador de la marca. En el texto, Alonso explicaba sus sensaciones tras la venta: “Creamos Kimoa con un alma sostenible y un espíritu de no rendirse nunca, inspirado en los deportes de motor. Es un honor seguir llevando el logotipo de Kimoa, construyendo la marca y dando la bienvenida a la familia a todos los que comparten nuestra visión”.
El importe de la transacción se desconoce, pero, al terminar 2020, la compañía presentaba un patrimonio neto negativo de tres millones de euros y un pasivo a largo plazo de 7,4 millones correspondientes a «otras deudas» de origen desconocido.
Ahora, Alonso espera tener más éxito con su nueva “aventura sostenible”.
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