"Resiliencia"

Fue tricampeona del mundo, la violaron bajo sumisión química y ahora gana un fortuna en Onlyfans

Elise Christie se ha reinventado tras "regresar del infierno" y ahora gana sumas que jamás habría ganado sobre el hielo

Elise Cristhie
Elise CristhieInstagram

Ha pasado una década desde que la patinadora de velocidad Elise Christie se estrelló en los Juegos Olímpicos de Invierno y se convirtió en el blanco de los haters que hicieron que su vida se saliera de control. Ahora, tras "regresar del infierno", gana una auténtica fortuna en Onlyfans, ha sido madre y se siente feliz "por primera vez", según ha declarado a The Sun. Pero el camino hasta aquí no ha sido fácil.

La vida de la británica Elise Christie, triple campeona del mundo de patinaje de velocidad, ha estado marcada por una violación que sufrió cuando tenía 19 años. Le introdujeron droga en su bebida y abusaron brutalmente de ella. Fue víctima dos veces. Primero de su agresor, después de su propio miedo que le obligó a silenciar al mundo lo ocurrido durante más de una década.

Christie, que el próximo 13 de agosto cumple 34 años, relata este suceso en su autobiografía "Resiliencia", que salió a la venta el 30 de septiembre de 2021. “Salí, me drogó y luego me violó un tipo cualquiera. Pasó un año antes de que le contara a alguien lo que ocurrió esa noche”, asegura en el libro

“Intente correr pero me caía a cada paso”

Elise Christie cree que le echaron droga en su bebida antes de ser violada y que intentó huir del hombre, pero que era incapaz de dar un paso sin caerse. “Estaba extrañamente afectada y mi cuerpo no funcionaba bien. Intenté huir de él, pero simplemente no podía correr. Me caía al suelo después de cada paso... Incluso en situaciones en las que he estado absolutamente perdida desde entonces, nunca me he sentido como aquella noche. Por mucho que lo intentara, no podía alejarme de ese tipo”, relata la deportista.

“Cada vez que me caía al suelo, él corría detrás de mí, me levantaba y me arrastraba, hasta llegar a un taxi. Recuerdo haberle dicho al taxista: ‘Por favor, no me lleve a la casa de este tipo. Tiene que llevarme a casa’. Pero el violador le decía al taxista: ‘Es mi novia. Está borracha’. Al final del trayecto en taxi, este tipo me llevó a su casa. Estaba claro que iba a agredirme sexualmente y yo le decía repetidamente: ‘No. No’”, recuerda Elise Christie en el libro.

Christie reconoce que en un principio pensó que no podía contar a nadie que había sido violada, porque no le habían “agarrado en un parque, golpeado... dado por muerta”. “Me sentí avergonzada, lo que ahora sé que es una forma completamente equivocada de sentir esto”, añade. La patinadora asegura que el violador, al que conoció en un bar del centro de Nottingham, se puso en contacto con ella a través de Facebook para disculparse y que ella nunca lo denunció ante la Policía: “Supongo que es demasiado tarde. Debería haber sido más valiente”.

Amenazas, autolesiones e intentos de suicidios

Este hecho le dejaría marcada para siempre y lo que vino después no fue mejor. Ha sufrido amenazas de muerte por su participación en unos Juegos Olímpicos, protagonizó varios intentos de suicidio, dificultades económicas para seguir practicando su (minoritario) deporte y, como podemos deducir fácilmente, su salud mental saltó por los aires.

En una entrevista reciente en The Guardian y en su autobiografía, la poderosa y acertadamente llamada Resilience, describía 2018 como el año más duro de su vida. Ingresó a los Juegos Olímpicos de Invierno ese año como campeona mundial múltiple, pero Christie había sido persuadida de patinar cuando se lesionó en un esfuerzo por ganar más lugares para su equipo. La catástrofe golpeó en los Juegos de Corea del Sur cuando fue descalificada de manera controvertida, dos veces, y sacada al hielo y penalizada en su último intento de ganar una medalla. Las lágrimas de Christie se volvieron virales pero, meses después, la devastación fue mucho más profunda.

Fue masacrada en redes sociales. Su antiguo entrenador, Nick Gooch, fue despedido, su novio ganador de la medalla de oro olímpica, el patinador húngaro Shaolin Sandor Liu, la dejó por mensaje de texto y las autolesiones de Christie aumentaron. A los pocos días de la Navidad de 2018 estaba tan angustiada que, en medio de autolesionarse, se lesionó tan gravemente que temió que su vida peligrara. En estado de shock, Christie descubrió que no quería morir. Un amigo la llevó de urgencia al hospital donde le dijeron lo afortunada que había sido.

Finalmente, en diciembre de 2021, anunciaba su retirada. Había ganado más de 70 medallas de patinaje de velocidad pero había llegado el momento de decir adiós.

Luchó contra las autolesiones, el alcoholismo y la falta de vivienda. En 2022, tocó fondo cuando fue arrestada durante una borrachera. A la mañana siguiente caminó bajo la lluvia hasta el hospital más cercano para pedir ayuda. Le diagnosticaron trastorno bipolar y comenzó su rehabilitación donde conocería a Connor, el amor de su vida.

El salvavidas de "Onlyfans"

El deporte por el que derramó sangre, sudor y lágrimas la dejó con el alma rota y las manos vacías. Hoy, es plenamente feliz junto Connor Thomson, se ha convertido en madre y se ha unido a Onlyfans, donde está recaudando la mayor cantidad de dinero que jamás haya ganado. La patinadora de 32 años ofrece su contenido para adultos por una tarifa de 12 dólares al mes (12,29 euros al cambio).

"Necesito asegurarme de tener la cámara lista y algunos días paso seis o siete horas trabajando constantemente. No veo a OnlyFans como algo para siempre pero si como lo que solucionará mi futuro y el de mi familia" afirma al diario británico. Y es que aunque Elise no ha querido desvelar los ingresos totales que obtiene gracias a la web erótica si afirma que "jamás había soñado con las cifras de su cuenta corriente".