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La España de Luis Enrique: un equipo débil en las dos áreas

La selección vuelve a las malas sensaciones que transmitía en la primera fase de la pasada Eurocopa: sin pegada en ataque y muy poco contundente en defensa

Luis Enrique, pensativo durante el entrenamiento de la selección española tras la derrota ante Suecia
Luis Enrique, pensativo durante el entrenamiento de la selección española tras la derrota ante SueciaPablo Garcia/RFEFEFE

Hacía 28 años que España no perdía un partido de clasificación para un Mundial y hacía mucho también que no se veía tan apurada para estar presente en la próxima Copa del Mundo. El resultado que no se debía dar en Estocolmo se dio y ahorael camino se ha vuelto complicado y tan imprevisible como esta selección de Luis Enrique, a la que se le vino el mundo encima con las carreras de Isak y Kulusevski. «Estamos a muerte con la idea que ha implantado el míster y vamos a seguir con ella», decía Jordi Alba nada más perder con Suecia. Pero resulta que esa idea inamovible en la cabeza de Luis Enrique le puede estallar en las manos, como parecía que iba a suceder tras los dos primeros partidos de la primera fase de la Eurocopa. A esa sensación que había en Sevilla en junio de que si algo puede ir mal irá mal ha regresado este grupo de futbolistas que tiembla en las dos áreas y se parte por el medio. Es verdad que hay momentos en los que parece un equipo prometedor y con tanto presente como futuro, pero eso se desvanece rápido y aparecen las dudas.

Otras veces, después de un tropiezo, Luis Enrique sacaba su ironía más afilada para defender a sus futbolistas y demostrar, con datos y argumentos, que el mal resultado no había sido merecido y que los suyos son los mejores. En la sala de prensa del Friends Stadium de Solna no hizo nada de eso. Al revés, censuró a sus futbolistas que les hubieran llegado «cien veces», que hubieran «perdido todos los duelos» y que hubieran «pasado muchas cosas y casi todas malas» en el encuentro. «Suecia ahora va primera», contestó cuando le preguntaron si se le pasaba por la cabeza no estar en el Mundial de Qatar y su cara era la de alguien que se ha metido en un problema gordo.

El seleccionador va hasta el final con su idea de fútbol, pero ahora mismo no ve salida. La defensa volvió a ser demasiado blanda ante los delanteros rivales. Eric García está otra vez en la foto de la derrota, un futbolista con muchísima calidad pero sin la contundencia necesaria para un central. Hasta un tipo tan fiable como Azpilicueta se sintió superado en la jugada del segundo gol sueco, encendiendo definitivamente todas las alarmas.

No ayudo demasiado el centro del campo, donde Busquets volvió a ser el futbolista crepuscular que ya se intuían en Barcelona al comienzo de la temporada pasada. Esta vez no estaba Pedri, el que lo jugaba todo, y aunque pueda parecer fácil ahora, quizá podría haberse saltado los Juegos para no tener vacaciones ahora cuando está en juego el mayor torneo a nivel de selecciones.

Y la confirmación de que a España no le funciona nada llegó con el ataque, otra vez con una falta de pegada alarmante. Morata se fue quizá antes de tiempo harto de defender en su propia área y Gerard Moreno fue de nuevo mucho menos importante que en el Villarreal. La entrada de Adama supo a desesperación más que a otra cosa. Luis Enrique sólo ha ganado a mitad de los partidos que lleva con España. Los otros 14 de esos 28 los ha empatado (10) y perdido (4), unos números que reflejan mejor el presente de la selección que esas semifinales en una Eurocopa donde sólo se ganó a Eslovaquia y a Croacia, en la prórroga.