Así fue la carrera que Brahim le ganó a Oblak en el quinto gol del Real Madrid

Una de las imágenes por las que se recordará esta semifinal de la Supercopa fue prácticamente la última: Oblak había subido a rematar un córner y estaba retrocediendo cuando quedó un balón dividido, un despeje. Oblak es portero, la velocidad no es su fuerte. Tenía una ventaja enorme, pero Brahim le iba ganando terreno, un metro cada dos, hasta superarlo en el último momento y rematar a puerta vacía, aunque desde lejos, con cierta complicación, el tanto que certificaba el triunfo del Real Madrid. Fue como si uno fuera a cámara lenta y el otro a cámara rápida.

No fue la diana decisiva porque los de Carlo Ancelotti ya iban venciendo 4-3 y apenas quedaban segundos, pero sí sirve como metáfora de que Brahim tuvo una marcha más que el Atlético. En un encuentro en el que los jugadores de ambos equipos acabaron tiesos (Griezmann apenas podía correr, Bellinghma estuvo haciendo estiramientos casi toda la prórroga) los cambios fueron decisivos.

Brahim entró justo después del tanto que parecía que lanzaba al Atlético, el 2-3, y fue uno de los líderes de la última embestida blanca en busca del empate. El gol de la igualada lo logró Carvajal y Brahim lo que pudo conseguir fue el cuarto después de un regate espectacular en el área y un remate cruzado que se marchó fuera por muy poco. Brahim chutó tres veces, dio 29 pases acertados y sólo falló tres.

No lo tenía fácil el atacante por la posición en la que juega, por la competencia que tiene y porque entre líneas suele moverse Bellingham, el futbolista más importante de este Real Madrid. Empezó jugando un minuto, ocho, doce... Los tres partidos en los que el inglés ha sido suplente, Brahim salió desde el inicio (Braga, Las Palmas y Arandina)... Y en los tres marcó. Se ha convertido en un recurso más también para partidos grandes. "Los tres que han entrado han aportado mucho", analizó Ancelotti, que terminó quitando a Vinicius y Rodrygo, con el duelo empatado, para que entraran Joselu y Ceballos.