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Liga de Campeones

Xavi sigue el camino de Serra Ferrer

El Barcelona desciende a la Liga Europa, algo que no le sucedía desde hace 20 años y pierde, además, a su lateral izquierdo, que se marchó lesionado en la primera parte

Jordi Alba, lesionado, tendido en el suelo del Allianz Arena
Jordi Alba, lesionado, tendido en el suelo del Allianz ArenaMatthias SchraderAP

El Barcelona termina su participación en la Liga de Campeones con un desastre económico y deportivo. Es la primera vez en 20 años que no supera la fase de grupos de la Liga de Campeones. Fue en la temporada 2000/01, con Serra Ferrer en el banquillo. Entonces se vio superado por el Milan y el Leeds y tras descender a la Copa de la UEFA fue eliminado por el Liverpool.

Regresó a la segunda competición europea en la temporada 2003/04, pero entonces fue por la mala clasificación en Liga y cayó eliminado por el Celtic de Henrik Larsson en los octavos de final. La eliminación supone un golpe a la dolorida economía del club, porque el Barcelona deja de ingresar 20 millones de euros que tenía presupuestados por llegar a los cuartos de final. La UEFA da 9,6 millones a los clubes por alcanzar los octavos y 10,6 por llegar a los cuartos. Los premios descienden considerablemente en la Liga Europa.

Para equilibrar el presupuesto, el Barcelona debería ganar la competición, por lo que obtendría un premio de cerca de 15 millones de euros. La diferencia entre ser campeón o semifinalista, por ejemplo, es enorme. Por ser semifinalista recibiría «sólo» 6,3 millones de euros. Una cantidad muy alejada de lo presupuestado.

El castigo es triple por caer a la segunda competición continental: el descenso deportivo, el golpe económico y, además, la obligación de jugar una eliminatoria más. La UEFA ha cambiado el formato para premiar a los campeones de grupo de la Liga Europa, a los que les exime de pasar por la primera eliminatoria, que se convierte en un play off entre los segundos de grupo de la Liga Europa y los caídos de la Liga de Campeones.

Pero el Barcelona sufrió, además, la lesión de Jordi Alba en la primera parte. Arriesgó el lateral izquierdo buscando la supervivencia en la Liga de Campeones que ya ganó en 2015 con el Barcelona, pero en un despeje se echó la mano a la parte posterior del muslo, se tiró al suelo y ya sólo se levantó para ser sustituido por Mingueza.

Con la esperanza perdida, por su resultado y por las noticias que llegaban de Lisboa, donde el Benfica se imponía con comodidad al Dinamo de Kiev, Xavi protegió en la segunda mitad a Frenkie de Jong y a Dembélé. Se trataba ya de cuidar a sus mejores futbolistas para el partido de Liga del fin de semana contra Osasuna. La Liga de Campeones ya estaba perdida y se trataba de no perder a más futbolistas. Por eso sustituyó también a Gavi en los minutos finales.

La derrota en Múnich entraba dentro de lo previsible, pero el Barcelona acaba condenado por sus enfrentamientos contra el Benfica, en los que sólo le ha conseguido un punto. La eliminación devuelve al Barcelona a sus momentos más oscuros del comienzo de siglo, cuando aún no había encontrado en Ronaldinho y en Messi las piezas para la reconstrucción y cuando Xavi, Puyol e Iniesta aún no habían ocupado su lugar en la primera plantilla.

Ése es el trabajo de Xavi ahora. Tiene los jóvenes con Gavi, con Nico y con Pedri, que ya es un veterano, aunque para comenzar a reconstruir el equipo le falta el Ronaldinho que lleve la sonrisa al equipo. Y eso es complicado dados los apuros económicos.