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El peor momento de Piqué: de intocable, a señalado en el campo y en el vestuario

Su bajo rendimiento ha provocado las dudas de su entrenador y su comportamiento, los recelos de algunos compañeros

Gerard Piqué, defensa del Barcelona y propietario del FC Andorra.
Gerard Piqué, defensa del Barcelona y propietario del FC Andorra.Alejandro GarcíaEFE

El central del Barcelona Gerard Piqué, de 34 años, vive uno de sus peores momentos desde que está en el club. Su bajo rendimiento en el campo y los recelos que provoca en el vestuario su comportamiento han hecho que deje de ser intocable tanto para el entrenador, como para sus compañeros.

En lo que llevamos de temporada ha disputado 529 minutos repartidos en ocho encuentros. Los problemas físicos y las decisiones del entrenador, Ronald Koeman, han provocado que vea 191 minutos de los partidos del Barça sentado en el banquillo o la grada. El momento más significativo se produjo el pasado 29 de septiembre, cuando fue sustituido a los 33 minutos en el encuentro de Liga de Campeones contra el Benfica. En ese momento el Barcelona ya perdía 1-0 y Koeman decidió prescindir de Piqué, que había visto una tarjeta amarilla y al que se le había visto sufrir ante los atacantes del equipo portugués, que terminó ganando 3-0.

Tres días después, Piqué disputó el choque completo frente al Atlético de Madrid. El central, como el resto del equipo, no ofreció su mejor versión y se le vio superado por los rivales, que pusieron en evidencia a la defensa azulgrana con demasiada frecuencia. En este sentido, Mundo Deportivo ya avanzó la intención de Koeman de dar más minutos a Clément Lenglet después del parón de selecciones, lo que podría complicar la presencia entre los titulares de Piqué, que tiene contrato hasta 2024.

Peor parece la situación de Piqué dentro del vestuario, donde según el diario Sport le acusan de arrimarse siempre al poder, sobre todo con Joan Laporta. También le tacharon de insolidario con las rebajas de sueldo propuestas por el club para después ser el primero en aceptarla y retar a sus compañeros con un “ahora os toca a vosotros”. Según las fuentes citadas por Sport, eso “sentó fatal” dentro del vestuario, donde ya habría quien lo acusa de ser el “traidor” que propició la marcha de Leo Messi. “En el vestuario se sabe todo y se sospecha aún más y han llegado ecos de su poder de influencia con el presidente, incluso en la salida Messi”, se apuntó en esa misma información.