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Tenis

Las luces y las sombras del Barcelona de Xavi

En el estreno del técnico azulgrana, el equipo brilló una hora en la presión, pero se pareció al de Koeman en la falta de pegada y de personalidad con el marcador ajustado

Xavi Hernández estuvo muy activo en la banda en su estreno en el banquillo del Barcelona, ante el Espanyol
Xavi Hernández estuvo muy activo en la banda en su estreno en el banquillo del Barcelona, ante el EspanyolJoan MonfortAgencia AP

Debutó el Barcelona de Xavi con triunfo en el derbi, pero el resultado no debe nublar la realidad. Ganó lo mismo que pudo empatar, porque el Espanyol tuvo un par de oportunidades al final clarísimas en las que perdonó la vida a su rival. «Ya jugaremos mejor», opinó el nuevo entrenador. Lleva apenas dos semanas en el banquillo, demasiado poco tiempo para hacer valoraciones radicales. Estas son las luces y sombras que dejó el conjunto azulgrana.

Bien en la presión...

Se tiró muy para arriba el equipo para realizar la presión después de pérdida, que hizo a la perfección, sobre todo en la primera parte. Tuvo un punto más de agresividad e intensidad el equipo para recuperar rápido el balón y los centrales estuvieron muy atentos para adelantarse a los balones largos, aunque De Tomás lo puso difícil porque es un experto en ese tipo de acciones.

… Pero mal en la profundidad

El dominio de esa primera hora no pudo concretarse en muchas ocasiones de gol. Algún tiro desde fuera del área, algunos centros de Jordi Alba cuando llegaba por sorpresa que se quedaban en un casi... Pocas ideas en general y poco trabajo para Diego López. «Queremos la posesión para hacer cosas. Es tener el balón para algo y podemos hacer más, atrevernos más, una pared, un tiro», explicó después Xavi al saber que la posesión había sido del 65 por ciento. Puso cordura al debate absurdo que se monta muchas veces sobre por qué es importante tener el balón. En este sentido, el equipo azulgrana se pareció al de Koeman, que en muchos partidos mandaba, pero sin certificarlo en hacer sufrir a los porteros rivales. El gol tuvo que llegar en un penalti muy polémico.

Desmarques de ruptura

Entre las novedades que se vieron en el equipo estaba la clara intención de jugar con extremos muy abiertos, algo que también sucedía con Koeman, pero esta vez de forma más descarada, aunque para ello Xavi tuvo que recurrir a los chavales: primero Ilias, que estuvo más tímido, y después Abde, que jugó una gran segunda parte con mucho atrevimiento en el uno contra uno. Lo que sí se notó más fue el intento de hacer desmarques de ruptura de los interiores, especialmente Frenkie de Jong, cuyo papel está tan en entredicho últimamente; aunque también lo hizo Nico. «Nos ha faltado coordinación», reconoció Xavi. Falta trabajo todavía en ese tipo de acciones, porque casi nunca llevaron a crear peligro.

Temblores al final

En lo que sí se pareció el Barça de Xavi al de Koeman es en no saber gestionar el resultado y ser demasiado temeroso con el marcador apretado. La falta de confianza hace que se asusten con demasiado poco. Los minutos finales fueron un suplicio y si, por ejemplo, en Vigo se pagó con el resultado, contra el Espanyol no fue así de milagro. «Nos faltó personalidad, saber interpretar el juego e ir a jugar al campo contrario», reconoció el nuevo entrenador, que niega que sea un problema físico. Con el paso del minutos, el escaso 1-0 y el paso adelante lógico del Espanyol para buscar el empate, no supo el Barcelona dormir el partido a través del pase, una especialidad en épocas anteriores. El miedo le hace meterse atrás y entonces empieza a sufrir, porque no está creado para defender de esa manera. Únicamente una vez en toda la temporada ha llegado a los últimos minutos de forma holgada: el 3-0 contra el Alavés. Sólo otros dos duelos los ha ganado por más de un gol, pero el 4-2 ante la Real Sociedad llegó en el minuto 90, mientras que el 3-1 contra el Valencia fue en el 85.