Crisis
Tras el nuevo fiasco en la Champions, la Liga es una obligación para el Barcelona
Un año y 135 millones en fichajes después, el Barça está en el mismo sitio. Xavi piensa que si no gana títulos vendrá otro entrenador
El golpe al Barcelona fue duro. Y doble. No ya sólo la eliminación de la Champions en la fase de grupos por segunda temporada consecutiva, que podía pensarse que estaba medio asumida desde hacía dos semanas tras el empate con el Inter en el Camp Nou, también por el castañazo, otro más, contra el Bayern. Acabar con una actuación y un resultado dignos podía haber dejado una sensación amarga, pero con una luz de esperanza. Lo sucedido, en cambio, fue un baño de realidad que ya nadie, ni los árbitros ni la falta de puntería ni la mala suerte, podían tapar. El más claro fue Pedri: «Es cierto que en Múnich merecimos más, que en Milán se dieron un par de circunstancias... pero tras lo de hoy se ha visto que no estamos preparados para competir en la Champions», dijo el canario. «Es un fracaso. Nos falta más calma con la pelota para atacar y, aparte de lo anímico, se ha visto que el Bayern era muy fuerte físicamente y ganar los duelos es muy importante en esta competición», continuó.
Fue como una especie de vuelta a la casilla de salida y la mejor manera de acabar con el autoengaño de pensar que el equipo estaba ya cuajado. Eso sí, de un guantazo como este se puede aprender. La sensación que quedó tras ver la superioridad del Bayern fue que un año y 135 millones de euros invertidos en fichajes después; y con Xavi al mando de todas todas, el equipo está en el mismo sitio y no ha avanzado. También hay una parte psicológica con la Champions, pero las excusas se acabaron y se vio que el Barcelona sigue a años luz de los mejores. Lo visto en el césped, la impotencia y la casi piedad que tuvo el conjunto alemán han dejado tocado al entrenador, ya que con muchos más recursos ha llegado al mismo lado en la Champions. Son dos años sin Messi, y dos años fuera en la fase de grupos, superado ya no sólo por el Bayern en ambas ocasiones, sino por el Benfica el curso pasado y por el Inter éste.
¿Puede jugar el equipo como quiere Xavi?
Queda dañado Xavi porque además su equipo se volvió a estrellar ante un rival de peso en un partido decisivo. Se mueve el técnico entre el «esto es el Barça y hay que ganar» y el «estamos en construcción», algo que parece contradictorio. El grupo aún no parece preparado ni física ni futbolísticamente para jugar de la manera tan arriesgada que quiere el técnico, con esa presión tan arriba que en cuanto es anulada hace que los espacios que deja la defensa a su espalda sean aprovechados cuando enfrente hay un rival de jugadores con calidad que golpea con dureza en cada contragolpe. El preparador catalán, leyenda del club como futbolista, tiene crédito, pero ya no se puede permitir un despiste en Liga. «Sigue habiendo ilusión por ganar títulos. Podemos ganarlos, honestamente. No quiero engañar a la afición ni a nadie. Excepto hoy [contra el Bayern] hemos competido. Mi discurso no varía», aseguró el entrenador. El mensaje que ha querido transmitir tras el fiasco de la Champions es que todavía quedan muchos torneos y muchas competiciones por delante para tener una buena temporada. Es lo que dijo también el presidente. Pero sólo la Liga sería un salvavidas eficaz, por lo que se ha convertido en casi una obligación para el Barça. Ronald Koeman ganó la Copa y no le sirvió, aunque en su caso había más circunstancias (no lo puso Laporta en el cargo). Qué decir de la Supercopa, una competición menor. Y la Europa League a ojos de muchos es casi un castigo más que la posibilidad de ganar algo, aunque la obligación de la plantilla es pelear por ella ya no sólo por una cuestión deportiva y de honor, sino para paliar en parte las pérdidas económicas por la eliminación de la Champions.
El mismo Xavi fue el que dijo que si no ganaba títulos lo iban a despedir y llegaría otro para intentarlo, que así es la ley del fútbol con los entrenadores. Y más hoy en día, cuando el negocio no puede parar y no hay paciencia y, al menos en España, no existe lo de los proyectos largos que sí se ha visto por ejemplo en la Premier con técnicos como Arteta en el Arsenal o Klopp en el Liverpool. El Barça tiene ahora unas semanas complicadas: el Valencia fuera mañana es el primer compromiso; después, el Almería en el Camp Nou y la visita a Osasuna antes del largo parón por el Mundial. No puede perder de vista al líder, el Real Madrid.
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