Polémica

Lo más rídiculo del fútbol: Uche y Fabio Silva escriben la misma carta de despedida del Getafe del Wolves

Los dos futbolistas escribieron el mismo texto a la hora de decir adiós a sus clubes en el mercado de fichajes

Christantus Uche of Getafe CF in action during the Spanish league, La Liga EA Sports, football match played between Valencia CF and Getafe CF at Mestalla stadium on August 29, 2025, in Valencia, Spain. AFP7 29/08/2025 ONLY FOR USE IN SPAIN
Valencia CF V Getafe CF - La Liga EA SportAFP7 vía Europa PressEuropa Press

Las despedidas en el fútbol siempre dejan un regusto extraño. Ni los estadios llenos ni los contratos millonarios preparan a los jugadores para el momento de decir adiós, y no es un secreto que la mayoría de ellos no manejan las palabras con la misma destreza con la que mueven el balón. Por eso sorprende y a la vez no extraña lo que ha ocurrido con los mensajes de despedida de Christantus Uche y Fábio Silva. Dos jugadores distintos, dos equipos distintos, el Getafe y el Wolverhampton,, pero un mismo texto, apenas retocado para que encajara en cada caso.

Uche dejó el Getafe en el último día del mercado, rumbo al Crystal Palace. Silva, por su parte, ya se había marchado al Borussia Dortmund. Sus mensajes, publicados en redes sociales, resultaron prácticamente idénticos. Solo cambiaron los nombres de los clubes, las menciones a las cuentas de Instagram correspondientes y los emoticonos: en el caso del portugués apareció el lobo que representa al Wolves, mientras que el nigeriano optó por corazones y una carita triste. Esa fue toda la personalización.

El texto idéntico

"Cuando llegué por primera vez a Wolves/Getafe, vine lleno de ambición, sueños y el deseo de tener un impacto real. Sé que no estuve cerca de cumplir las expectativas. Pero el fútbol y la vida son más que solo números o momentos en el campo. Durante mi tiempo aquí, he crecido, he aprendido y, sobre todo, he descubierto el verdadero significado de la familia. Eso es lo que el Wolves/Getafe me dio. Desde el primer día, la gente dentro de este club se aseguró de que nunca me faltara apoyo. Crearon las condiciones para que yo tuviera éxito, para sentirme seguro, para sentirme en casa y por eso, siempre estaré agradecido.

A todos los entrenadores que me guiaron, los compañeros que estuvieron a mi lado y cada miembro del staff que trabajó incansablemente entre bastidores: gracias. Su amabilidad, su profesionalismo y su fe en mí nunca serán olvidados. He construido amistades aquí que llevaré conmigo el resto de mi vida. La vida me ha enseñado a nunca rendirme, a luchar el doble de duro cuando las cosas no salen como se planean. Siempre traté de ser fiel a eso, de seguir persiguiendo mi felicidad y bienestar, incluso cuando el camino se puso difícil. Me voy con un sentimiento agridulce, pero también con orgullo, sabiendo que di todo de mí y nunca dejé de intentarlo.

Ahora es tiempo de un nuevo capítulo, pero no olvidaré dónde he estado. Siempre seré otro seguidor de este club."

Sarta de tópicos

El comunicado recorre todos los tópicos habituales: la ilusión inicial al llegar, la ambición de triunfar, el reconocimiento de que no se cumplieron las expectativas deportivas, el aprendizaje personal, el sentimiento de haber encontrado una familia en el vestuario. Agradecimientos a entrenadores, compañeros y personal del club, palabras sobre el profesionalismo, la confianza y la amabilidad recibida. La confesión de que se forjaron amistades que durarán toda la vida. La declaración de principios: no rendirse, luchar incluso cuando las cosas no salen. Y, finalmente, la despedida agridulce, con orgullo por haberlo dado todo, seguida de la promesa de seguir apoyando al club como un aficionado más.

No hay duda de que, leído en frío, el texto resulta bonito. Tiene el tono que se espera de una carta de despedida: agradecido, reflexivo, con un punto emotivo. Sin embargo, el hecho de que ambos jugadores hayan recurrido al mismo boceto hace que pierda autenticidad. Una despedida preparada en serie no conmueve igual; la emoción se diluye cuando se descubre que las palabras no nacieron de la experiencia particular de cada uno, sino de un molde genérico al que solo se le cambiaron los nombres propios y un par de detalles superficiales.

Despedida de copia y pega

Pero más allá de esos matices, lo que quedaba era la misma plantilla.

Esta práctica no es nueva. En un fútbol cada vez más mediado por agencias de comunicación y departamentos de prensa, los mensajes de los jugadores suelen pasar por filtros que aseguran un mínimo de corrección, un estilo uniforme y la ausencia de polémicas. El problema surge cuando la uniformidad es tanta que el mensaje se vuelve intercambiable. Lo que debería ser un testimonio único de una etapa personal e irrepetible, termina sonando a copia y pega.