
Liga de Campeones
Mbappé vuelve a marcar el lugar donde empezó todo
Su primer gol en la Liga de Campeones lo marcó en el Etihad con el Mónaco. Casi sin querer, ocho años después lo volvió a hacer

Kylian Mbappé se presentó en Europa marcando un gol al Manchester City con el Mónaco. Otros dos los marcó Falcao y el equipo francés, aunque perdió en la ida en Inglaterra, remontó en la vuelta. Y Mbappé ya nunca fue el mismo.
Fue en 2017. Han pasado ocho años y Kylian ha vuelto a encontrar su sitio en el terreno del City. No fue su mejor partido, desperdició muchas ocasiones y fue a marcar en su peor remate. Con la tibia, en una volea bien pensada después de un maravilloso pase de Ceballos, pero pésimamente ejecutada. Aún así, superó a Ederson, que había sido capaz de pararlo casi todo.
Era un día para las contradicciones. Ceballos, que marcó el camino del gol con su envío al francés, hizo el penalti que valió para el segundo gol de Haaland contra el Real Madrid y para el 2-1 del City. El centrocampista, que dirigió al equipo con acierto, se fue desesperado al banquillo para que entrara Modric. Y cuando acabó el partido, corrió a abrazarse al jefe de prensa del Real Madrid.
Todas las emociones cabían en el partido, como caben en la temporada de Mbappé. El francés gritaba «Vamos, vamos», en su perfecto español después de marcar. KIylian ha dado la vuelta al curso desde que comenzó 2025. Marca de todas las maneras, con la tibia incluso en un mal golpeo y aunque no sea su mejor partido.
Lejos en la memoria y en su rendimiento queda su última visita a Inglaterra, cuando el Real Madrid visitó al Liverpool en la primera fase. Falló un penalti y su equipo salió goleado. Eran sus momentos más bajos. Apenas una semana después fallaba otro penalti contra el Athletic y parecía un futbolista hundido, que no encajaba en su nuevo equipo. «Tantos años esperándole para esto», pensaban algunos. Porque fallaba ocasiones que marcaba con el PSG. Parecía otro futbolista al que le costaba incluso encajar con Vinicius.
Parecían incompatibles, jugaban en la misma zona y durante algunos tramos de la temporada a algunos les parecía que eran incluso competencia. Pero se buscan, combinan u se ríen juntos.
Vinicius bromeaba incluso con el remate de Mbappé en el gol. El brasileño hacía un gesto indicando con una sonrisa que Ederson se había tirado al otro lado por lo mal que el francés había pegado a la pelota. Pero los dos disfrutaban con ese gol. Mbappé se reía y trataba de explicarle que esa era la idea.
Ya no es aquel chaval de 18 años que arrasaba por su potencia física. Ahora es otra cosa. Un jugador que ya es campeón del mundo y que busca ganar por primera vez la Liga de Campeones. En el lugar donde empezó todo puede haber dado el primer paso.
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