LaLiga
El Girona no se relaja ante el Alavés (3-0)
Después de la victoria ante el Barcelona confirma el liderato con un contundente triunfo ante el equipo vitoriano
El Girona ha encontrado en Artem Dovbyk un delantero de los que deciden partidos y puede que campeonatos. Porque el equipo que dirige Míchel está decidido a luchar por todo lo que le den las fuerzas. Lo normal es que un equipo considerado pequeño se relaje después de una victoria grande, como la que consiguió contra el Barcelona en Montjuïc. Pero tanta es tanta la ilusión del Girona por hacer algo grande que no se permite recrearse en el pasado más reciente sino mirar al futuro que le espera. A la pelea, al menos, por Europa.
Ni siquiera le puede la pereza de jugar un lunes, cuando ya la jornada se da por acabada y el frío se hace más insufrible. Pero no, el Girona no se relaja. Y busca el gol por Dobvyk o por quien sea. El ucraniano marcó dos, el primero de delantero de los de verdad, al aprovechar el rechace de Sivera a un disparo de Yan Couto. Y el segundo, de penalti, después de que el lateral brasileño fuera la víctima de un derribo en el área. Son ya diez los goles que ha marcado el ucraniano esta temporada. Números que firmaría un delantero de equipo grande.
Contra el Alavés no tenía a su socio favorito, su compatriota Tsygankov, pero estaba Portu. Y se entendió con él como si se conocieran de toda la vida. Y Portu también aprovechó para marcar. Es un futbolista de esos que rinden mejor dentro de su hábitat natural y eso para él es el Girona. Ni en la Real Sociedad ni mucho menos en el Getafe llegó a ofrecer el rendimiento que ha dado en Montilivi en sus dos etapas.
El Girona disfruta cuando le toca correr, pero también llega cuando le toca dominar. Míchel ha resuelto la ausencia de Yangel Herrera con los tres centrales que saben sacar la pelota y entregando el centro del campo a Alex García y a Iván Martín, con la ayuda de Miguel Gutiérrez, un lateral indetectable para el equipo contrario porque es capaz de jugar en todo el campo. La pareja que forma con Savinho en la izquierda es un tormento para cualquier rival. Ni siquiera doblando el lateral derecho con Sola y Gorosabel pudo ponerle remedio el Alavés, que sufrió como todos por ese costado.
Tan indetectable como Miguel Gutiérrez es el Girona, al que ningún rival es capaz de detener. No era probable tampoco que lo hiciera el Alavés, un equipo que aspira a salvarse del descenso. Una aspiración ya superada hace tiempo por el equipo gerundense, que ya no tiene miedo de admitir que mira hacia arriba.
Pero antes de perder la prudencia ante los micrófonos la perdió en el campo. Es costumbre que salga a buscar la victoria desde el principio y no la rompió contra el Alavés. Apenas tuvo oportunidades el equipo que dirige Luis García Plaza, que veía el partido, castigado, desde una cabina.
Un disparo al larguero de Rubén Duarte y un remate que atrapó Gazzaniga con las dos manos cuando la jugada ya estaba anulada porque había salido la pelota fueron los mejores acercamientos del Alavés al área del Girona. El equipo que dirige Míchel sabe defenderse con la pelota y hacer daño con ella. Un equipo que sigue aspirando a todo con los goles de Dobvyk.
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