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Juanma López y Mariano Aguilar, una amistad forjada en la cantera del Atlético

Juanma López, con gafas de sol
Juanma López, con gafas de sollarazon

Juanma López y Mariano Aguilar son ahora investigados por fraude fiscal y blanqueo a través del grupo inversor Doyen, pero antes fueron compañeros en el centro de la defensa del Atlético Madrileño, después Atlético B, durante dos años. Sus caminos se separaron a partir de ahí. Juanma tuvo más suerte, formó parte de la plantilla del Atlético de Madrid del doblete, fue campeón olímpico en Barcelona 92 y jugó dos Mundiales y una Eurocopa con Javier Clemente en el banquillo. Mariano no llegó a tener oportunidades en el primer equipo y, después de jugar en Segunda con el Marbella, el Getafe y el Leganés, se retiró tras jugar en varios equipos de Segunda B y un fugaz paso por Escocia.

López es dos años mayor, pero sus carreras se acabaron prácticamente a la vez y volvieron a encontrarse tras la retirada. Mariano Aguilar, por ejemplo, fue el agente que llevó a De Gea al Manchester United. López se ocupa de los asuntos de Morata. Pero muchos futbolistas han pasado por sus despachos. Para negociar sus contratos, como Álvaro Negredo, o simplemente para explotar sus derechos de imagen.

Mariano Aguilar fue el creador del Club del Deportista, una idea que explicaba en el diario "Expansión" hace un par de años. "Nuestra idea era ocuparnos de estas otras patas de la vida de un futbolista, más allá de negociar sus contratos: ocio, servicios, bienes, viajes, alquileres o compras de casas, coches, relocalizaciones de jugadores extranjeros... Y facilitarles todo eso, además, en condiciones ventajosas", explicaba. En la entrevista aparecían nombres como el de Casillas, Simeone, Saúl o Dani Alves.

Aguilar y su Club del Deportista se convertían también en intermediarios entre las marcas de lujo y los futbolistas. En ocasiones como imagen y en ocasiones como clientes. "A veces organizamos ventas privadas en nuestra sede o buscamos para ellos artículos muy especiales. En ocasiones acuden a nosotros porque no encuentran cosas difíciles de adquirir, se acostumbran a nuestro nivel de servicio, al trato cercano y a la discreción y terminan llamándonos para todo", añadía en "Expansión".