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El referente

Así se ha convertido Ricky Rubio en el amo de la selección

Sus tres mejores anotaciones con España han llegado en los últimos tres partidos oficiales: la final del Mundial y los dos partidos de los Juegos

Ricky Rubio fue una pesadilla para Campazzo y para toda la defensa argentina
Ricky Rubio fue una pesadilla para Campazzo y para toda la defensa argentinaKIYOSHI OTAEFE

Facundo Campazzo, el que fuera líder del Real Madrid, el mismo que impactó a los pocos días de debutar con los Nuggets de Denver, cometió la quinta falta sobre Ricky Rubio y camino del banquillo no pudo disimular toda su impotencia. Se desgarró la camiseta de la albiceleste, se sentó, cerró los puños, masculló de todo y cuando digirió la resignación se colocó encima la camiseta de entrenamiento para taparse el rostro. La culpa de todo eso la tenía Ricky Rubio. El base español sólo necesitó que Laprovittola y el propio Facu le motivaran con un notable arranque para sacarse de la chistera una actuación escandalosa. En realidad igual de escandalosa que las protagonizadas en el pasado Mundial y la vivida en la primera jornada en Tokio ante Japón.

Los tres partidos más anotadores de Ricky con la selección coinciden con sus tres últimos partidos oficiales. En la final del Mundial clavó 20 puntos a Argentina; a Japón les regaló otros 20 y ayer ante la albiceleste se disparó hasta los 26. A Ricky sólo lo pudieron frenar en el primer cuarto (11 puntos y tres triples sin fallo después de un flojo arranque) con un golpe en la nariz que le provocó una pequeña herida de la que sangraba. Se tuvo que ir a los vestuarios. Fue lo peor que le pudo pasar a Argentina. Con el comienzo de las rotaciones España empezó a defender. Y cuando Ricky volvió a la pista ofreció un clínic de esos que cada vez son más habituales.

En el tercer cuarto regaló una asistencia por la espalda que no pudo aprovechar Willy Hernagómez. Para solucionarlo robó un balón en campo argentino, se fue a un lateral de la pista, armó el brazo con esa dinámica escasamente ortodoxa y anotó un triple que dejó a los suramericanos tocados y al borde del hundimiento. Ya lo reconoció Scola: «La verdad es que están mejor que nosotros, tienen más talento, están mejor preparados, tienen más confianza y eso se nota en la cancha».

El pívot no incluyó el nombre de Ricky en la reflexión, pero pudo hacerlo perfectamente. La victoria ante Argentina estuvo marcada también por una defensa sobresaliente y un trabajo colectivo en el que sobresalió Pau. El mayor de los Gasol es capaz con 41 años de tirarse al suelo en busca de un rebote ofensivo, de ser el máximo reboteador del equipo y de tener el mejor +/- de todo el equipo. Con él en pista, España sumó un +12. A quien hay que seguir esperando para empresas más exigentes es a Marc. «Ricky y Marc son los pilares y el resto lo que tenemos que hacer es bajar el barro», reveló Llull. El pívot fue el principal responsable de un arranque, digamos, despistado. Acumuló cuatro pérdidas segundos después del salto inicial y su recuperación es determinante para aspirar a lo máximo. También para el siguiente capítulo. Para detener a la Eslovenia de Doncic en la lucha por el primer puesto del grupo. Con el sistema de competición y si el resto de resultados son más o menos normales sería muy recomendable derrotar a los balcánicos. Supondría llegar a cuartos como líderes de grupo y entrar en el bombo con la tranquilidad de saber que en el primer cruce hacia las medallas no estarían Estados Unidos, Francia ni Australia.

Ricky, después de la exhibición, se apartó de los focos: «Hay muchos detalles que no se notan en las estadísticas y sin ellos no ganaríamos. Se puede destacar la anotación mía, pero sin la defensa, faltas en ataque que hemos provocado, Víctor Claver, que ha estado increíble otra vez... Una selección no es sólo un jugador. Hay muchas cosas en el baloncesto que influyen que yo pueda meterla, como un simple abrazo, un ’'vamos’'...». Magistral Ricky.