La lluvia modifica la toma de tiempos de la segunda etapa de la Vuelta a España

La segunda etapa de la Vuelta recuerda un clásico del ciclismo español, la subida al castillo de Montjuïc que durante muchos años cerraba el calendario nacional. Ya no se disputa, pero se recuerda cada año en la Volta a Cataluña y en cada visita de la Vuelta.

Esta vez la carrera no finaliza en la cima. Después hay 3,6 kilómetros de descenso hasta la llegada, pero será como si acabara en el castillo. «Una vez vista la situación y tras aplicar el protocolo climatológico, hemos decidido tomar los tiempos para la clasificación general en el Alto del Castillo de Monjuic a 3,6 kilómetros de meta. Se mantendrán las bonificaciones en el alto de Montjuic así como en meta. La clasificación de la etapa será la que se dé al cruzar la línea», explica la organización en un comunicado oficial. Después, la toma de tiempos se adelantó y será a 9 kilómetros de la llegada, antes de entrar en el circuito de Montjuïc. Las bonificaciones, igualmente, se mantienen en 10, 6 y 4 segundos en la línea de meta y 6, 4 y 2 en lo alto de Montjuïc.

La lucha por la etapa se mantiene en el mismo sitio, pero la organización no quiere correr riesgos innecesarios en una etapa que estaba destinada a ofrecer las primeras disputas entre los favoritos. Los ciclistas, encabezados por Evenepoel y por Geraint Thomas, habían solicitado a la organización que adelantara esa toma de tiempos para la general.

«La ascensión a Montjuïc podría afectar a los velocistas puros si se hace con un ritmo exigente. La llegada también puede quedar abierta si alguien se mueve», advertía el director técnico de la Vuelta, Fernando Escartín, en su comentario en el Libro de Ruta. Pero eso era antes de que se supiera que iba a llover. Antes los ciclistas afrontan un puerto de tercera y otro de segunda que pueden favorecer la formación de la escapada.