Sospechosos hasta el final

El COI ha invitado a los Juegos de Invierno a 168 deportistas rusos, pero un día antes de la ceremonia inaugural podría verse obligado a admitir a otros 47.

Con 20 grados bajo cero y una sensación térmica de -30, la bandera española ya ondea en la Villa Olímpica de Pyeongchang. «La comida no está mal. Es todo como pequeño, no como pasaba en Sochi, pero resulta cómodo», se asegura desde la expedición española que ya está en Corea del Sur. El resto del grupo hasta completar los 13 deportistas llegará hoy, 24 horas antes de la ceremonia inaugural. Mientras, el Comité Olímpico Internacional y el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) dilucidan si a los 168 deportistas rusos que competirán bajo la bandera olímpica se suman otros 47 más. El TAS se ha encontrado con quince casos presentados por vía urgente que hay que sumar a los 32 recursos de deportistas y entrenadores no admitidos por el COI. A todos ellos el organismo olímpico no les considera libres de toda sospecha de dopaje, pese a que nunca hayan dado positivo, y por eso a día de hoy siguen vetados.

Todos los deportistas pertenecen al grupo que, después de haber sido suspendidos por el COI por su implicación en la manipulación de los controles antidopaje en los Juegos de Sochi (Rusia) 2014, fueron perdonados por el TAS por insuficiencia de pruebas. El COI se ha negado, pese a ello, a incluirles en la relación de invitados a participar en Pyeongchang bajo bandera neutral. Entre los afectados están deportistas de todas las disciplinas. El presidente del COI, Thomas Bach, está convencido de que su organismo tiene «buenos argumentos» para que el veto no se levante.

La polémica de los deportistas rusos no es la única vinculada con el dopaje y los Juegos. La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) ha recomendado al COI que para la competición que arranca mañana utilice en los controles botes como los que se usaron en los Juegos de Río. Las deficiencias detectadas incluyen que los botes que se iban a usar se podían abrir si se congelaban. Los máximos responsables de la lucha contra el dopaje emprendieron una investigación sobre los botes denominados «Kit-Bereg». Son de origen suizo y se estaban utilizando desde el pasado mes de septiembre. Uno de los laboratorios más prestigiosos del mundo, el de Colonia, denunció que los botes, pese a que quedaran sellados, si se congelaban podían abrirse y de esa forma alterar su contenido.

El descubrimiento escasos días antes del arranque de los Juegos ha provocado que la AMA recomiende al COI los botes que se usaron en los Juegos de Río y que no tenían el citado problema. El stock de botes de un modelo anterior al «Kit-Bereg» garantiza que se cubrirá completamente el programa de dopaje en Pyeongchang. «Esto puede considerarse como una medida de precaución para garantizar la integridad del proceso de control de los Juegos», ha declarado el director general de la AMA, el suizo Olivier Niggli. Esta organización se ha dirigido a todas las asociaciones antidopaje y los laboratorios acreditados para asegurar que están al tanto de la situación actual. También anunció que «seguirá recopilando información y buscando soluciones tanto con otras firmas como con Berlinger, que ya ha acordado restablecer la producción del modelo de 2016 mientras desarrolla otro».