El hilarante vídeo de Roddick para enseñar a romper la raqueta sin dañar a los recogepelotas

El mundo del tenis (o algunos tenistas) parece haber enloquecido en los últimos meses. Lo de que los jugadores rompan una raqueta para mostrar su frustración no es nada nuevo, pero últimamente eso está poniendo en riesgo la integridad de los recogepelotas. A raíz de los últimos acontecimientos, a Andy Roddick, ex número uno del mundo, ganador del US Open 2003 y tres veces finalista en Wimbledon (2004, 2005 y 2009) se le ha ocurrido hacer un vídeo hilarante para enseñar cómo sus colegas deben lanzar su herramienta de trabajo o golpear las bolas cuando están enfadados sin que nadie salga perjudicado. Él era un tenista que muchas veces pagaba su rabia con la raqueta.

El último caso de conducta antideportiva ha sido el del estadounidense Jenson Brooskby en la primera ronda del Masters 1.000 de Miami, torneo que se está disputando esta semana y la que viene, ante el argentino Federico Coria. Pese a ir con ventaja en el marcador, lanzó la raqueta al suelo y dio en los pies de un recogepelotas. El juez de silla era Carlos Bernardes, árbitro con el que Nadal ha tenido más de una discusión, y le sancionó con un punto de penalización. Coria, su rival, opinó que le tenían que haber descalificado. La sanción de la ATP fue de 15.000 dólares. El partido acabó 3-6, 6-2 y 6-3 para Brooskby.

En Indian Wells el momento tenso se vivió en el duelo de Rafa Nadal contra Nick Kyrgios. El polémico australiano perdió, chocó la mano a Rafa y después tiró con fuerza la raqueta, que rebotó, saltó y no golpeó en la cabeza de un recogepelotas porque tuvo muchos reflejos para apartarse. En su caso, la multa ha sido de 25.000 dólares, 20.000 por lanzar la raqueta (conducta antideportiva) y 5.000 por lenguaje obsceno durante el encuentro.

El caso más grave ha sido el del alemán Alexander Zverev, que perdió definitivamente la cabeza tras un partido de dobles en Acapulco. Formaba pareja con el brasileño Marcelo Melo y perdieron ante Glasspool y Heliovaara (6-2, 4-6 y 10-6). La respuesta de Zverev fue utilizar la raqueta como si fuera un bate o un palo de forma reiterada y contundente en la silla del juez, a la altura de sus pies, casi golpeándolo. En su caso está el agravante de la intencionalidad. La multa fue mayor: 40.000 dólares. Además, le sancionaron ocho semanas sin competir, pero esto no lo está cumpliendo ya que está supeditado a que no reincida durante los próximos meses, en los que le estarán vigilando. Zverev se dio cuenta rápidamente del error y pidió perdón: “Es inaceptable, no hay excusas”, dijo.