¿Por qué el trofeo de Wimbledon está adornado con una piña?

Novak Djokovic ha vuelto a ganar Wimbledon y es ya la séptima vez que recibe el trofeo coronado con una piña, las cuatro últimas de manera consecutiva. Una fruta extraña para decorar el trofeo de un torneo inglés. Una rareza a la que mucha gente ha tratado de encontrar explicación.

La piña era un premio tan preciado como ganar el torneo cuando comenzó a jugarse en 1877, hace ya 145 años. Era una fruta muy difícil de encontrar en la época, algo que sólo se podía disfrutar en las mesas de la gente más rica del país. Alguna gente, para aparentar, se limitaba a alquilarlas para lucirlas en las fiestas que daban en su casa. Ni se les ocurría comérselas, se trataba sólo de mostrar su poderío.

“En el siglo XVII, las piñas eran imposibles de cultivar en el Reino Unido y tenían que ser importadas, por lo que recibir una piña en una fiesta se consideraba un gran cumplido. Es posible que hayas visto piñas en los postes de las puertas de las casas señoriales mientras viajas por el Reino Unido. Es por su rareza”, explica el Daily Star citando a un portavoz del Museo de Wimbledon.

Otros expertos hablan del simbolismo de la hospitalidad que representa la piña. Así lo reflejaban las pinturas de los siglos XVII y XVIII. Era una manera de demostrar que los invitados eran bienvenidos. La piña era también un símbolo para los marineros cuando regresaban de los viajes desde el otro lado del Atlántico. Era la señal de que habían regresado y de que el viaje había sido fructífero.

“Aparentemente representa la tradición de los marineros ingleses de poner piñas en sus puertas cuando regresaban de un largo viaje”, dice otra de las voces citadas por el Daily Star.

Wimbledon mantiene sus tradiciones y la piña del trofeo es una de ellas. Ahora Djokovic buscará la quinta consecutiva para igualar a Sampras y a Federer, dos de sus ejemplos sobre la hierba All England Lawn Tennis Club.

El mismo tenista serbio ha reconocido después de ganar su séptimo trofeo de Wimbledon que fue Sampras el que le sirvió de inspiración. Su primer recuerdo de tenis es ver al estadounidense ganar en Wimbledon. Tenía cuatro años y fue entonces cuando pidió a sus padres que le regalaran la primera raqueta. Después han venido los 21 títulos del Grand Slam que los sitúan solo uno por debajo de Rafa Nadal.