Tenis
Nadal no puede con el servicio de Félix Auger-Aliassime y dice adiós virtual al Masters
El balear no aprovechó ninguna de las cinco pelotas de break que tuvo y cayó por 6-3 y 6-4. Hay que esperar a que se juegue el Fritz-Ruud, pero con dos derrotas está prácticamente fuera de las Nitto ATP Finals
En el momento menos esperado, Rafa Nadal demostró que también es humano. En las entrevistas suele decir, aunque no le crean, que claro que tiene dudas y miedos en pista, pero que normalmente sabe controlarlos. La prueba de que dice la verdad fue el partido contra Félix Auger-Aliassime, que supuso su punto y final casi garantizado en la Copa Masters al firmar ya dos derrotas (ésta por 6-3 y 6-4) y no haber podido ganar un set. Hay que esperar a lo que sucede el Ruud-Fritz para confirmar el adiós del balear, que tendría una consecuencia: Carlos Alcaraz acabaría el año como número uno del mundo. Había empezado bien el zurdo con su servicio, muchos primeros, muchos puntos “gratis”, que se dice, de esos que con uno o dos golpes se acaban, y así parecía que iba a seguir en el octavo juego. Iba 40-0 el zurdo, cómodo. No se podía escapar eso. Pero llegó una doble falta. Y llegó otra y los temores se apoderaron de la cabeza del español, que unió un par de errores a los del saque y cedió el break y el partido saltó por los aires. Ya no fue el Nadal que acostumbra, empezando por el lenguaje gestual, por el lamento, por la pérdida de confianza, que extraña en un deportista que es posiblemente el más duro mentalmente de la historia.
Félix aprovechó su oportunidad para ponerse por delante, Rafa no lo había hecho. Porque arrancó el duelo con dos opciones de break que no logró materializar y después tuvo otras dos, un nuevo 15-40, que el joven canadiense consiguió neutralizar con su servicio. Se concentra al máximo Félix Auger-Aliassime para ese tiro inicial, agota normalmente el tiempo, como si de manera interna visualizara dónde tiene que colocarse y cómo lanzar la bola para irse a por ella con decisión. El resultado suele ser más que satisfactorio: un cañonazo (acabó el duelo con 15 “aces”).
El balear tenía clara la estrategia, que era buscar la zona de revés de su rival, que es por donde comete más fallos. Pero no fue fácil encontrarla de forma habitual, porque el canadiense se mueve de maravilla en pista y se invierte para intentar jugar de derecha. Y su derecha da miedo, es de las mejores del circuito: qué fácil la hace y lo que le corre.
Rafa amagó con abandonarse en el segundo set, cuando estuvo a punto de ceder el doble break. Resistió ese juego y gritó “vamos”, para ponerse 2-3 y para decir que cuidado. E incluso tuvo después una nueva pelota de rotura... Que su oponente salvó con un primer servicio abierto y fuerte. Todavía tuvo que sufrir un poco más Aliassime, como se vio con el alarido que pegó en el octavo juego del segundo set para lograr sólo un 40-30. Estaba tensó, pero controló esos nervios y con su poderoso servicio ya no se le escapó el triunfo.
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