Tenis
Alcaraz debutó en Cincinnati con dudas, pero dejó estos dos golpes increíbles: "machetazo" de espaldas y doble bote pronto
El murciano derrotó a Dzumhur (6-1, 2-6 y 6-3) en su regreso a las pistas, un mes después de la final de Wimbledon
Para mantener la tradición, Damir Dzumhur le ganó un set a Alcaraz y le hizo dudar. Había pasado en los dos partidos que habían jugado antes, sobre tierra, el último en el reciente Roland Garros, y también sucedió en la segunda ronda del Masters 1.000 de Cincinnati, aunque en esta ocasión más por despiste del español que por el talento del bosnio (6-1, 2-6 y 6-3).
Carlos llevaba un mes sin jugar, desde la final de Wimbledon, que perdió contra Jannik Sinner, y su puesta en escena fue inmejorable. Solidísimo, no fallaba una y desesperó a Dzumhur, que miraba a su banquillo con resignación porque no veía manera de sumar puntos. Pero quizá por sentirlo tan fácil, el murciano se relajó y lo que era un encuentro sin fallos se convirtió en una acumulación de ellos. Lo bueno que tuvo es que, pese a alguna conversación con Samuel López, que estaba en su palco, siempre se mantuvo confiado y positivo. No perdió el control, como hace justo un año en el mismo escenario, cuando destrozó la raqueta y perdió en su debut ante Monfils. Esta vez parecía tenerlo todo controlado, sus nervios y lo que sucedía en la pista, aunque su rival aumentó el nivel.
Carlos incluso dejó un par de golpes maravillosos: un hachazo hacia abajo casi de espaldas después de correr a defender un globo.
Y un par de bote pronto después de un duro intercambio.
En la red estuvo algo torpe Alcaraz, extraño en un tenista que se mueve como nadie en la zona de ataque, y cometió seis dobles faltas. Factores a ajustar para lo que viene en una cita con un enemigo añadido: hace mucho calor.