Tenis

El monumental cabreo de Zverev con las pelotas del Masters 1.000 de Roma

El alemán carga contra las bolas en el Foro Itálico después de caer en cuartos ante Musetti y ceder el número dos del mundo a Alcaraz. "Aquí las pelotas son enormes, son difíciles de mover", dice

Zverev se queja durante su partido ante Musetti
Zverev se queja durante su partido ante MusettiDOMENICO CIPPITELLIAgencia EFE

En el Masters 1.000 de Roma la parte baja del cuadro ya tiene definida su semifinal. Por ahí marcha Alcaraz y también lo hacía Alexander Zverev, pero el alemán se estrelló en cuartos de final ante el italiano Lorenzo Musetti 7-6 (7/1) y 6-4. La primera semifinal mañana viernes 16 medirá al español con el tenista local en horario por confirmar.

La derrota de Zverev en cuartos ha provocado que el alemán apunte a una polémica que lleva años sacudiendo el circuito. Casper Ruud ya apuntó algo, aunque no en la misma dirección, en rondas anteriores. El noruego se limitó a reflejar una realidad más que evidente y en la que todos los jugadores del circuito están plenamente de acuerdo. "Las condiciones aquí en Roma son drásticamente más lentas que en Madrid", apunto el campeón en la Caja Mágica. El nórdico hacía referencia, sin decirlo, a la altitud de Madrid y a que la tierra batida de la capital de España no es la misma que en el Foro Itálico. Su comentario no resultaba extraordinario.

A diferencia de todo lo que soltó Zverev después de despedirse del torneo romano. La derrota supone para empezar que llegue a París como número tres del mundo con lo que compartirá lado del cuadro con Sinner o con Alcaraz. Pero el germano apuntó directamente a las pelotas con que se está disputando el torneo. Según Sascha, las bolas son completamente diferentes a las de eventos anteriores, a pesar de que el fabricante (Dunlop) y el modelo son, en principio, exactamente iguales. Si a eso se le añade que ante Musetti jugó en turno de noche... Zverev acabó desquiciado. "Las pelotas fueron un auténtico desastre, eran demasiado grandes. Llevamos hablando de esto durante los últimos tres o cuatro años, pero el problema sigue ahí. Jugamos con ciertas bolas en Montecarlo, Madrid, Múnich, pero llegamos a Roma y todo cambia. Aquí las pelotas son enormes, son difíciles de mover, difíciles de que salgan despedidas de la raqueta. Para alguien como yo, que busca puntos rápidos con el saque y golpes agresivos, no es fácil", apuntó en unas declaraciones a Ubitennis. Y luego apuntó a Musetti: "Hizo su papel como siempre en tierra batida: se defiende bien y espera al error del contrario. Su estilo no cambia demasiado, siempre es el mismo y le favorecieron las condiciones".

Zverev llegaba como defensor del título, apenas había cedido siete juegos en los dos primeros partidos, pero... "la verdad es que no sé qué han hecho con las bolas", señaló. Trató de paliar su problema con las bolas encordando su raqueta con tres kilos menos de tensión para que la bola saliera con más potencia, pero no le dio resultado.