Tenis

Sara Sorribes, la tenista que vuelve tras cuidarse: "He aprendido el valor de pedir ayuda"

Vuelve a competir este mes de noviembre tras decidir en abril que tenía que parar porque no estaba bien

La tenista española Sara Sorribes. REMITIDA / HANDOUT por NARA SEGUROS Fotografía remitida a medios de comunicación exclusivamente para ilustrar la noticia a la que hace referencia la imagen, y citando la procedencia de la imagen en la firma 25/11/2024
Sara Sorribes vuelve al tenisNARA SEGUROSEuropa Press

Por primera vez en mucho tiempo, Sara Sorribes decidió detenerse. No fue una derrota en la pista lo que la hizo frenar, sino un cansancio más profundo. “He perdido la ilusión por entrenar, por mejorar e incluso por ir a los torneos... He decidido tomarme un tiempo para mí, para mi mente y mi cuerpo”, escribió el 17 de abril, en un comunicado breve pero contundente que anunciaba su parón temporal del tenis.

"Sentía que algo no iba bien"

Lo que siguió fue un viaje hacia adentro. Sorribes se atrevió a hacer algo que en el deporte de élite sigue considerándose subversivo: priorizarse. Admitir que no estaba bien. “Llevaba tiempo sintiendo que algo no estaba bien, que mi cabeza necesitaba un descanso. Venía sufriendo desde hace muchos meses dentro de una pista de tenis y tomar la decisión no fue fácil”, explica ahora, meses después, en una entrevista con Nara Seguros. Y añade:“Estoy muy orgullosa de haberlo hecho”.

La pausa no fue solo necesaria. Fue reveladora. Sara pudo experimentar la vida sin la presión de un ranking. “Han sido meses muy especiales. He podido parar, respirar, y vivir la vida sin la presión constante de competir. He hecho cosas que siempre había querido hacer y nunca encontraba el momento: aprender a tocar el piano, practicar yoga, pasar mucho tiempo con mi familia… Creo que ha sido una de las mejores decisiones de mi vida”.

Pero no fue un proceso fácil ni inmediato. Como tantos deportistas de alto nivel, Sorribes estaba acostumbrada a convivir con el desgaste, la exigencia y una cultura del rendimiento donde mostrar debilidad se percibe como una amenaza. “Como deportista, tienes la sensación de que estás fallando, de que no deberías parar”, confiesa.

"Intentas seguir sin mostrar debilidad"

Durante ese tiempo fuera de las pistas, Sara no solo recuperó energía. Aprendió algo más valioso: a mirarse con más compasión. “He aprendido el valor de hablar, de pedir ayuda y de no esconder lo que te pasa. Durante mucho tiempo intentas seguir adelante sin mostrar debilidad, pero cuando te atreves a compartirlo, cuando lo dices en voz alta, algo cambia. Te sientes escuchada, comprendida”. Ese cambio de mirada no solo transformó su bienestar emocional. También redefinió su forma de entender el deporte y el éxito. “He aprendido a ser más amable conmigo misma, a no exigirme tanto y a aceptar que hay momentos buenos y otros no tanto, y que todos forman parte del camino”.

El regreso no se va a producir por obligación, ni por presión externa. Fue, más bien, un reencuentro natural. Una vuelta al origen, al disfrute más genuino. “Volví a disfrutar del deporte sin exigencias, simplemente por placer. Físicamente me sentía bien, y eso me dio confianza y mucha fuerza mental. Sentí que quería volver, pero de otro modo, con otra mirada”.

Y está lista para volver. Con respeto, con nervios y con una felicidad que no recordaba desde hacía tiempo. “Fue precioso”, dice sobre su reencuentro con la pista para entrenar. “Me recordó por qué amo este deporte”. Ya no se trata de ganar como única medida de éxito, sino de competir con plenitud, sin perder de vista el bienestar personal. “Este proceso me ha hecho más fuerte, pero también más humana”, resume.