Esto es lo que te costará contratar a una empleada de hogar o a un cuidador con la subida del salario mínimo

Cuando se plantea subir elsalario mínimo (SMI), la conclusión más evidente es que perjudica a los empresarios y beneficia a los trabajadores. Pero para algunos asalariados, pensionistas o autónomos, también tiene efectos muy negativos. En el acuerdo de Gobierno firmado por PSOE y Podemos, ambos partidos se comprometen a subir el SMI hasta alcanzar progresivamente el 60% del salario medio en España, lo que, previsiblemente, elevaría el salario hasta los 1.200 euros en 14 pagas al final de la legislatura. Llegados a tal nivel, el SMI se convertiría en un gran losa para las familias y pensionistas que tienen contratados empleados del hogar. El incremento tendría un coste real para el empleador de 1.700 euros al sumar al salario los costes como la Seguridad Social. En esas condiciones, «¿qué familia trabajadora puede mantener a 8 horas a alguien en su casa?», se preguntó ayer el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor.

Para el colectivo de trabajadores por cuenta propia, el quebranto sería todavía mayor. En su caso, tener un empleado supondría un coste mensual de casi 2.000 euros, inasumible para la mayoría de ellos. No es de extrañar que un 64,67% de estos trabajadores esté en contra de subir el SMI, según refleja la encuesta anual sobre el sector que ayer presentó Amor. Si el Ejecutivo socialcomunista concreta finalmente el incremento, siete de cada diez autónomos consideran que la medida perjudicaría a sus negocios. De ellos, el 22,26% considera que les perjudicaría bastante, mientras que otro 31,89% opina que mucho.

Economía sumergida

A lo que, según Amor, una subida como la planeada por el Ejecutivo puede conducir es a reducciones de jornada y a más economía sumergida, algo que ya ha provocado el incremento del SMI hasta los 900 euros aprobado a comienzos de año, según ha reconocido el propio ministerio de Trabajo. Por eso, el presidente de ATA pidió al Gobierno que, antes de tomar una medida de este calado, consulte «a los que tienen que pagar las nóminas» para ver si pueden afrontarlas.

Tener que asumir otra subida del SMI sería un duro golpe para un colectivo que ya de por sí cree que 2020 va a ser un año muy complicado. Tan negro lo ven, que van a frenar en seco las contrataciones. En España hay 3,26 millones de autónomos, pero sólo un 11,61% prevé hacer alguna contratación este ejercicio, frente al 79,76% que no lo hará, según los datos de la encuesta sobre el sector de ATA. El porcentaje contrasta con el 46,19% que sí tuvo necesidad de contratar a algún trabajador para su actividad en el año recién terminado. La difícil situación económica que esperan para este año es para la mayoría de los autónomos (54,31%) el principal motivo para no realizar contrataciones. Para otro 25%, las dificultades que atraviesa su negocio están en el origen del frenazo a la contratación. Como resumió Amor, el sector transmite una «falta de confianza en el futuro inmediato y ya nota la caída de la actividad y el consumo». Todo ello, explicó, desemboca en que «las expectativas laborales sean muy pesimistas». El cuadro de complicadas expectativas laborales que prevén los autónomos para este ejercicio se completa con sus previsiones de despidos. Uno de cada tres (32,81%) asegura que tendrá que prescindir de alguno de sus trabajadores, frente al 48,24% que considera que no lo tendrá que hacer. Del difícil 2020 que esperan los autónomos da cuenta el hecho de que sólo el 11,38% espera que sus expectativas de negocio mejoren este año.