Comunidad de Madrid

La economía madrileña, el motor de España gracias a las políticas liberales

La Comunidad de Madrid ya era la que más crecía y la más rica –es decir, la que tenía un PIB per cápita más alto–, pero ahora también es la mayor economía de España

Área empresarial de Madrid con Azca al fondo
Área empresarial de Madrid con Azca al fondoCristina BejaranoLa Razón

Hace unos meses, el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó la actualización de la Contabilidad Regional de España, en la que estima la distribución del PIB por regiones según se ha generado en cada comunidad autónoma para contribuir, así, al crecimiento nacional. Durante muchos años, el INE empleaba unos sistemas de reparto menos afinados, que hacía que al hacer el ejercicio de arriba a abajo –del dato nacional al regional– en lugar de partir del particular y agregarlo hacia el general –por ejemplo, el PIB europeo, construido por agregación de los nacionales– los criterios de estimación regional –reparto, realmente, más que estimación– del crecimiento perjudicaban a la Comunidad de Madrid. Hace ya años que el INE mejoró la forma de hacer ese reparto y, aun manteniendo el mismo sistema, fue puliendo los errores que había en el reparto –como el de la generación de actividad económica ligada al IVA, que perjudicaba claramente a Madrid, y que le perjudica también en el Sistema de Financiación Autonómica, así como la de los Impuestos Especiales–, y se fue viendo que la fuerza del crecimiento de Madrid era mucho mayor.

El primer efecto de esa mejora en la estimación se dejó sentir en el crecimiento anual del PIB, empezando Madrid a obtener unos resultados más ajustados a la realidad de la evolución derivada de los datos de los distintos indicadores parciales de actividad económica, empleo y recaudación. El segundo efecto se vio en el PIB per cápita, donde la Comunidad de Madrid ya superó hace tiempo con creces al País Vasco, cuando la menor exactitud de las estimaciones anteriores llegó a dar a la región vasca un PIB per cápita superior al de Madrid, cosa que no era coherente con la realidad que se palpaba. Y, ahora, se ve el último efecto, el del volumen global del PIB, el que marca la dimensión de una economía. La Comunidad de Madrid ya era la que más crecía y la más rica –es decir, la que tenía un PIB per cápita más alto–, pero ahora también es la mayor economía de España.

Este logro es, por tanto, el fruto del trabajo de muchos, muchísimos años, de todos los madrileños, que son los actores principales en este logro, y también de las políticas que, como digo, se aplican en la región madrileña desde 1995 hasta la actualidad, políticas liberal-conservadoras, con un enfoque netamente liberal clásico en su política económica.

Eso no es fruto de la casualidad, sino del marco flexible y dinámico, que atrae a empresas, profesionales y personas, que generan las políticas aplicadas en la Comunidad de Madrid, en el margen de sus competencias, basadas en el gasto eficiente, dedicado a lo esencial, con los mejores servicios públicos de España, los impuestos bajos, el cumplimiento de los objetivos de estabilidad, la libertad económica y las reformas que eliminan obstáculos en la economía. Distintas políticas dan distintos resultados.