La predicción de los economistas: tres millones de empleos menos en un mes

“De forma temporal podría haber entre 2,3 millones y 3 millones de trabajadores afectados por las suspensiones de contratos o despidos concentrados en un mes”. Este es el terrible augurio del último estudio del Centro de Predicción Económica (Ceprede), que en colaboración con la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), publicó ayer por videoconferencia. Según este informe, el coronavirus se cobrará este año 300.000 empleos en España, que no se recuperarán una vez pasado el peor momento de la crisis, lo que supondrá un impacto económico equivalente al 1,7% en el PIB, o lo que es lo mismo, crecimiento cero de la economía en 2020. Todo ello en el escenario más previsible de que la actual parálisis de consumo y frenazo a la producción se prolongue durante un mes o más.

Según las conclusiones de Ceprede, el mayor porcentaje de destrucción de empleo incidirá sobre las pymes, un 60% del total -las microempresas perderán el 23%, la pequeña empresa un 22% y la mediana el 16%-. De los citados 300.000 puestos perdidos durante este año, unos 70.000 corresponderían a micropymes, otros 70.000 a pequeñas empresas y 48.000 a medianas. El resto se repartiría entre grandes empresas (50.000 empleos) y autónomos (70.000).

El presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, consideró positiva la posibilidad que tienen las empresas de suspender temporalmente el contrato de sus trabajadores, si bien ha pedido al Gobierno mayor “flexibilidad” y “automatismo” para que las pymes puedan “hibernar en este paréntesis para que la recuperación sea lo más rápida posible”. Cuerva pidió una mayor garantía en los avales del Estado para las pymes, “que se acerque al cien por cien”, para que puedan financiarse lo máximo y lo antes posible.

Ceprede calcula que si la situación excepcional decretada con el estado de alarma se prolongara durante un mes, el impacto directo del parón económico podría ascender al 0,9% del PIB, mientras que si se acumulan los efectos indirectos e inducidos, este efecto podría superar el 1,7%, lo que supondría que la economía española presentará un crecimiento nulo en 2020 por culpa de la contención en el consumo privado, la paralización de los procesos inversores, la caída de las exportaciones y los fuertes descensos de los mercados financieros.