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El Gobierno no ha limitado la ocupación de los aviones durante el coronavirus

Solo les pide «procurar» la máxima separación. Iberia dice que adopta las medidas necesarias tras la denuncia de que su avión del domingo entre Madrid y Gran Canaria iba casi lleno

Polémica por la alta ocupación de un vuelo Madrid-Gran Canaria
La reducción de oxígeno en las cabinas de los aviones afecta a la capacidad respiratorialarazonEFE

El vuelo de Iberia Express que el domingo unió Madrid con Gran Canaria ha puesto encima de la mesa la cuestión de la seguridad sanitaria a bordo de los aviones en plena pandemia de coronavirus. El aparato aterrizó en la isla casi lleno, según denunciaron en las redes sociales algunos de los pasajeros como Efrén Hernández, que aseguró a Efe que viajaron «pegados» e incluso «apelotonados» en un momento en el que la distancia social es, según los expertos, la principal medida para frenar al COVID-19.

Tras aterrizar en Gran Canaria, y ante la «indignación» y «tensión» mostrada por los pasajeros en las redes sociales, agentes de la Guardia Civil se personaron en el avión y constataron que su ocupación superaba el 70% de su capacidad, lo que implicaría incumplir lo establecido en el artículo 14.2 del real decreto por el que se decretó el estado de alerta. Pero la realidad es que el apartado g) de ese artículo, en el que se habla de las medidas a adoptar en viajes en transporte público por carretera, ferroviarios o marítimos, no fija porcentaje de ocupación de las aeronaves para certificar el distanciamiento. El citado texto dice, literalmente, que, a estos efectos de separación social, «en aquellos servicios en los que el billete otorga una plaza sentada o camarote, los operadores tomarán las medidas necesarias para procurar la máxima separación posible entre los pasajeros». Es decir, que el Gobierno no limita la capacidad del pasaje y lo deja al criterio de la aerolínea.

Criterio para las islas

El domingo, se publicó en el BOE una orden del Ministerio de Transportes para aclarar cuestiones referidas a los requisitos de movilidad durante la Fase 1 de la desescalada. El texto autoriza el reinicio de los vuelos comerciales entre islas y vuelve a remitirse al artículo 14.2 apartado g) en lo que al distanciamiento a bordo se refiere. Sin embargo, añade que a efectos de cumplir con la disposición, «se considerará suficiente ofrecer al público solo el 50% de la capacidad total de cada aeronave para asegurar la debida separación entre pasajeros». Una fórmula ambigua en tanto que no obliga a las compañías a dejar los aviones a mitad de capacidad. En todo caso, no hace alusión a los vuelos con la Península. Sobre la posibilidad de aplicar la fórmula a estos vuelos, fuentes de Transportes explicaron que están a la espera de lo que decida la UE el miércoles. La Comisión anunciará ese día las medidas para la vuelta a la actividad sin restricciones de la aviación.

Más seguridad

Ante la polémica surgida, Iberia salió al paso para asegurar que ha puesto en marcha todas las iniciativas necesarias para proteger a clientes y empleados, recomendadas por los organismos reguladores y por la industria. Así, aseguró que los pasajeros y las tripulaciones llevan mascarillas. Además, añadió que aún así, ofrecen flexibilidad en sus tarifas y en la reserva de asiento, y las tripulaciones a bordo procuran la mayor separación posible entre los pasajeros. Igualmente, afirmó que han reforzado la limpieza en los aviones.

La aerolínea también insistió en una de las líneas argumentales que la industria está manejando en las últimas semanas para evitar la reducción de su capacidad. Una de las opciones que se manejan para hacer los viajes en avión más seguros es reducir la capacidad de los aviones un tercio. Pero, como recordó Iberia, tanto la principal organización mundial de aerolíneas, la IATA, como Airbus, han expresado que el bloqueo del asiento central «es una medida que no es necesaria para dar mayor seguridad, pues el avión ofrece unas características específicas que hacen que el riesgo de contagio sea bajo». La aviación defiende que en la cabina de los aviones el aire se renueva cada tres minutos y la utilización de filtros HEPA elimina virus y bacterias casi al 100%.