Renfe aparca “sine die” su AVE “low cost” por el coronavirus

AVLO ha entrado en vía muerta. El AVE “low cost" de Renfe se ha topado con un contratiempo inesperado, el coronavirus, que lo ha dejado por el momento noqueado. El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha descartado hoy en el Senado que este servicio vaya a poder ponerse en marcha en el corto plazo. De hecho, Ábalos ni siquiera se ha atrevido a avanzar un fecha para su inauguración.

El ministro ha explicado que dado que la pandemia obliga a mantener las distancias de seguridad y el modelo del AVLO está basado en una ocupación muy alta para hacer rentables sus bajos precios, es inviable que ahora funcione. “Durante un tiempo, en tanto la pandemia no pase al olvido, el uso del transporte será muy distinto al que estábamos acostumbrados”, apuntó Ábalos. “No veo que podamos platear un servicio “low cost” en el corto espacio de tiempo”, ha reconocido el ministro. “Ahora mismo, con las distancias de seguridad que se plantean va a ser complicado”, ha añadido.

Renfe tenía previsto inaugurar su AVE “low cost” el pasado mes de abril, coincidiendo con la Semana Santa. Sin embargo, la irrupción del coronavirus le obligó a cancelar sus planes el 15 de marzo, cuando la venta de billetes ya estaba muy avanzada. La compañía ya había comercializado entonces 146.389 plazas, el 28% de las 522.000 que inicialmente había puesto a la venta. Este número incluye las 16.000 que se vendieron a 5 euros a través de la promoción de lanzamiento de esta división. El rango de precios en que había pensado la operadora para los billetes del AVLO era de entre 10 y 60 euros en función del horario y la demanda. A este importe está previsto que se sumen suplementos en el caso de que el viajero solicite determinadas prestaciones, como es elegir un asiento concreto o llevar una segunda maleta. Si se suman todos los pluses, el costes del trayecto se eleva por encima de los 100 euros.

AVLO ha sido desarrollado con Renfe con vistas a anticiparse a la competencia que tendrá en el servicio de alta velocidad ferroviaria a partir del 14 de diciembre, cuando se liberalice completamente el sector. Su idea era copar el mercado de bajo coste español ante el inminente desembarco con su modelo “low cost” de la compañía pública francesa SNCF, una de las que han obtenido capacidad para operar junto al consorcio formado por Ilsa y Trenitalia. De todos modos, ni siquiera está claro ahora que SNCF, a través de su filial Rielsfera, vaya a arrancar sus viajes en diciembre. La empresa gala está valorando cómo va a quedar el mercado tras el coronavirus y si es adecuado expandirse a España en este momento. Ilsa ya había anunciado antes de la crisis del coronavirus que no arrancaría sus operaciones hasta enero de 2022.