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El Gobierno baraja aligerar la carga fiscal de pymes y autónomos

Calviño estudia destinar parte de los 11.000 millones de nuevas ayudas a reducir los impuestos aplazados por las empresas

Una mujer sostiene una pancarta donde se lee "¡Queremos trabajar!" durante una protesta en la Plaza del Ayuntamiento, en Valencia
Una mujer sostiene una pancarta donde se lee "¡Queremos trabajar!" durante una protesta en la Plaza del Ayuntamiento, en ValenciaRober SolsonaEuropa Press

La vicepresidenta económica del Ejecutivo, Nadia Calviño, estudia, en estos momentos, la redacción de la letra pequeña del real decreto ley que regulará el paquete de nuevas ayudas por importe de 11.00 millones a pymes y a autónomos más azotados por la pandemia. Después de haber decidido articular varios tipos de transferencias, ahora estudia destinar parte de estos 11.000 millones de euros a aligerar la carga fiscal aplazada por pymes y autónomos que no se han acogido a la línea de créditos del ICO, según confirman a LA RAZÓN fuentes gubernamentales. Se trata de ayudas directas a las pymes y a los autónomos más afectados por la pandemia a fondo perdido y cuya cifra ascenderá hasta el 25% del montante total de las ayudas cifradas en 11.000 millones, anunciadas por el presidente Sánchez el miércoles pasado en el pleno del Congreso de los Diputados. A estos 2.750 millones, que corresponden al 25% de los 11.000 millones, hay que sumar 2.000 millones de ayudas directas que destinarán las comunidades a pymes y a autónomos.

Calviño confirmó ayer que los 11.000 millones se destinarán a ayudas directas y a recapitalizaciones o conversiones de créditos, tal y como adelantó este lunes LA RAZÓN. La vicepresidenta aseguró que «el ingente» volumen de dinero público, con un 2% del PIB comprometido en ayudas directas este año y un 5% el año pasado, tiene que ser «eficaz» y dirigirse a reducir el endeudamiento. En este sentido, recordó que se trabaja con las entidades financieras para reforzar la solvencia de las empresas más pequeñas y destacó el papel «muy importante» que han jugado los bancos en la crisis desde marzo de 2020.

«Tienen que seguir siendo parte de la solución, si no actuamos de forma concertada y no utilizamos la experiencia y los conocimientos no lograremos el objetivo común», insistió. Calviño salió también al paso de posibles discrepancias entre ella y el gobernador del Banco de España. Según su relato, el Ejecutivo y el Banco de España «están «absolutamente alineados». A su juicio, ahora toca volver a poner en marcha los instrumentos necesarios «antes de que se desencadene un problema masivo de solvencia en las empresas en determinados sectores y territorios». Eso sí, aseguró que «cuando gestionamos dinero de todos los contribuyentes tenemos que tener muchísimo cuidado para que las ayudas lleguen a quien tiene que llegar». Con esta aseveración, confirmó que dejará «morir» a las empresas insolventes, tal y como adelantó este lunes LA RAZÓN.