Marta Ortega, junto a su padre y su esposo, Carlos Torretta, es la heredera de Inditex

El club de las herederas

Marta Ortega es la más conocida de una nueva hornada de empresarias que se preparan para asumir el relevo generacional en los negocios familiares

El nombre de innumerables compañías de nuestro país se encuentra intrínsecamente unido a un apellido.Se trata de las empresas familiares que, en España, ascienden a 1,1 millones, lo que supone el 89% del total. Sociedades que crean el 67% del empleo privado de nuestro país, que tienen en plantilla a más de 6,58 millones de trabajadores, siendo responsables, además, del 57,7% del PIB del sector privado, según datos aportados por el Instituto de la Empresa Familiar.

Empresarios como Amancio Ortega (Inditex), Manuel y Héctor Colonques (Porcelanosa) o Miquel Fluxá (Iberostar)han liderado durante décadas estas compañías. Rostros muy reconocibles, que han llevado las sociedades bien fundadas por ellos, bien por sus padres, abuelos e, incluso, bisabuelos a altas cotas de prestigio y beneficios, colocándolas entre las más importantes del país y muchas con destacada presencia internacional.

Muy preparadas

Las nuevas generaciones se han ido incorporando paulatinamente a las cabinas de mando de estos negocios familiares. Muy preparados académicamente y conscientes de la responsabilidad que contraerán no solo con la organización, sino también con sus empleados, muchos de ellos han comenzado a trabajar en la empresa desde abajo, lo que les ha permitido conocer los entresijos del negocio. Y es que uno de los momentos más delicados de este tipo de compañías es el del relevo generacional (el 35% de ellas no supera la segunda generación). Por ello, diseñar un correcto plan sucesorio resulta fundamental a la hora de poner las miras en el futuro y garantizar la viabilidad del negocio .

Entre esta nueva hornada de empresarios, destacan las mujeres, herederas de verdaderos imperios, que están llamadas a ser grandes protagonistas en el entramado empresarial español en el corto y medio plazo. La mayoría de ellas destacan por su extremada discreción. Huyen de los medios, prefiriendo permanecer en el anonimato más absoluto.

Con carreras muy orientadas a la gestión empresarial, no quieren ser tratadas como «hijas de», y aspiran a liderar con el ejemplo. Y es que, tal como ha reiterado el presidente de Mercadona, Juan Roig (padre de cuatro hijas), «el patrimonio se hereda, pero la gestión y el puesto de trabajo no».

Marta Ortega Pérez es quizá la heredera más conocida de nuestro país. Poco dada a hacer declaraciones, recientemente la hija del fundador de Inditex ha concedido una entrevista al rotativo «The Wall Street Journal», lo que se ha interpretado como un paso adelante a la hora de asumir nuevas responsabilidades en el emporio. «Siempre estaré donde la empresa me necesite», aseguró a la publicación.

De 37 años, inició su actividad profesional en Inditex en el año 2007, tras graduarse en International Business por la European Business School de la Regent’s University de Londres. Su primera etapa en Inditex, que comenzó con su incorporación a la plantilla de la tienda Zara de King’s Road en Londres, la llevó a ejercer tareas profesionales en diferentes destinos internacionales y áreas de negocio del grupo. Actualmente, forma parte del equipo directivo de Zara, en el que desempeña una labor vinculada principalmente al diseño y desarrollo de producto de Zara Woman y a la gestión de la imagen global de la marca.

Es también vicepresidenta de Partler 2006, una de las sociedades holding del Grupo Pontegadea, el brazo inversor de la familia Ortega, a la que el patriarca transfirió en 2011 el 50,01% de Inditex, y que cuenta con activos inmobiliarios por valor de más de 15.000 millones de euros. Asimismo, es miembro del patronato de la Fundación Amancio Ortega desde 2015.

Pero Marta Ortega no es la única heredera de un imperio textil creado por su padre. Menos mediática que ella, es su hermana mayor, Sandra. Nacida del matrimonio de Amancio Ortega con su primera esposa, Rosalía Mera, es, según las lista Forbes, la mujer más rica de España, con un patrimonio estimado en más de 6.300 millones de euros, lo que la convierte en la segunda mayor fortuna de nuestro país, por detrás tan solo de la de su padre, gracias al 5,05% de Inditex que heredó de su madre cuando ésta falleció en 2013.

Pese a su importante participación en el grupo textil, permanece ajena a la gestión del mismo. Licenciada en Psicología por la Universidad de Santiago de Compostela, es heredera no solamente de la fortuna de sus padres, sino también de la austeridad que siempre les ha caracterizado. Es presidenta de la Fundación Paideia Galiza, una organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo es la integración laboral de personas con discapacidad. A través de Rosp Corunna gestiona sus inversiones, entre las que se encuentra, además de su participación en Inditex, el 5% de PharmaMar, o el 30,6% de Room Mate, aunque empresaria esta últimando su salida del capital de la cadena hotelera fundada por Kike Sarasola.

Imperio inmobiliario

Ortega también cuenta con importantes activos inmobiliarios, principalmente edificios de oficinas, hoteles y locales comerciales, que están gestionados desde Ferrado Inmuebles. Entre sus proyectos actuales, destaca la construcción en Comporta (Portugal) de un complejo turístico de lujo, una iniciativa que se une las numerosas inversiones que ha venido realizando en los últimos años en el país vecino, pero también en Estados Unidos, Luxemburgo o Reino Unido.

Las Ortega son, pues, dos hermanas que afrontan de manera muy distinta la sucesión en un grupo cuyo buque insignia, Inditex, ofrece una cuenta de resultados que no deja de crecer. Precisamente, la compañía presentó sus números esta misma semana. Su beneficio ascendió a 1.272 millones de euros en el primer semestre fiscal del año (entre 1 de febrero y el 31 de julio), frente a las pérdidas de 195 millones del mismo periodo del año anterior como consecuencia de la COVID-19. También aumentaron las ventas del grupo hasta los 11.936 millones, un 49% más, impulsadas en buena parte por el área online.

Pero las Ortega no son las únicas herederas en España. Las descendientes de los tres fundadores de Porcelanosa (José Soriano y los hermanos mellizos Héctor y Manuel Colonques) también tendrán un enorme protagonismo en la continuidad de la empresa. De hecho, María José Soriano es, desde 2000, CEO de la empresa tras el fallecimiento de su padre. Licenciada en Derecho por la Universidad de Navarra, comenzó a conocer la empresa familiar con tan solo 13 años, cuando su progenitor la llevó a trabajar allí durante los meses de verano. Hoy, con 57 años, es una de las principales responsables de la expansión internacional experimentada por la firma azulejera.

También involucrada en el día a día de la compañía, está Ana, hija de Héctor Colonques. Licenciada en Gestión, Administración y Dirección de Empresa y Master en Business Administration por ESADE, antes de incorporarse a Porcelanosa como responsable del Departamento Financiero, trabajó para Deloitte y Banco Sabadell, entre otras entidades. Tras la última reestructuración de la compañía, ha ganado notoriedad en los consejos de dirección. Su hermana Cristina es la directora de Marketing y Comunicación Corporativa del grupo; mientras que su prima María, hija de Manuel Colonques (quizá el rostro más conocido de la marca) está centrada en labores de diseño e imagen.

La compañía, con sede en Villarreal, está presente actualmente en un centenar de países y cuenta con 5.000 empleados en todo el mundo.

Compromiso

Otra compañía cuya nueva generación también tiene nombre de mujer es Iberostar. Aunque Miquel Fluxá continúa siendo el presidente del grupo hotelero, sus hijas, Sabina y Gloria Fluxá Thienemann, han ido, poco a poco, asumiendo la gestión del mismo como vicepresidentas y consejera delegada y Chief Sustainability Officer (CSO), respectivamente. Ambas son licenciadas en Dirección y Administración de Empresas y, desde niñas, tuvieron claro que tenían un firme compromiso con el negocio familiar.

Sus responsabilidades no se limitan a Iberostar. Sabina, por ejemplo, se incorporó en 2016 al Consejo de Administración de Telefónica como miembro independiente a propuesta del entonces nuevo presidente de la compañía, José María Álvarez-Pallete. Se convertía así en la segunda mujer en ocupar una silla en el órgano de decisión de la operadora y, además, en la miembro más joven, ya que por aquella época tan solo contaba con 36 años. Forma parte asimismo del Consejo Asesor Regional de BBVA, del Consejo Rector de APD Illes Balears, y es patrona de la Fundación Iberostar. Ha sido también consejera de ACS y Dragados, y fue elegida una de las TOP 100 mujeres líderes en España en la VI Edición 2016-17 de este ranking.

Gloria es la hermana menor de Sabina. Se formó académicamente en EE UU, donde estudió en Villanova University de Pennsilvania, el centro en el que también cursó su carrera la actual primera dama estadounidense, Jill Biden. Fue representante del turismo español en el Foro Económico Mundial de Davos en 2018, siendo en ese año la única española que figuraba en su lista Young Global Leaders. También es patrona de la Fundación Endeavor.

A día de hoy, el portfolio de Iberostar supera el centenar de hoteles de cuatro y cinco estrellas en 16 países, con un equipo formado por 34.500 personas de 91 nacionalidades distintas.

Aunque casada durante años con el dueño de Pronovias, Manuel Palatchi y, actualmente, con el exprimer ministro francés Manuel Valls, Susana Gallardo también es una de las herederas del grupo farmacéutico Almirall, entre cuyas patentes se encuentra el famoso antiácido Almax. Es hija de Antonio Gallardo y sobrina del actual presidente de la compañía, Jorge. Aunque no ocupa cargos directivos en los laboratorios, es vocal –junto a sus hermanos Ana y Antonio– de las sociedades de cartera que controla el grupo farmacéutico: Corporación Genbad y Corporación Zamap. Madre de dos hijas, Gabriela y Marta, a finales de 2020 fue nombrada miembro independiente del consejo de Unibail Rodamco Wesfield. Anteriormente, también fue consejera de Caixabank, Abertis y Saba.

Futuras y presentes

Las mencionadas son solo una muestra de las herederas españolas, ya que son muchas las mujeres que están llamadas a liderar compañías ligadas a sagas familiares, y que se sumarán a otras que ya ostentan cargos ejecutivos actualmente, como Ana Botín. La actual presidenta de Grupo Santander, primogénita de Emilio Botín, siempre fue la señalada para suceder a su padre. Y es que toda su carrera ha estado dirigida hacia el mundo financiero. Se licenció en Economía en la Bryn Mawr College de Filadelfia y realizó un máster en Administración de Negocios en la Harvard Business School. Inició su carrera en JP Morgan y, en 2002, se convirtió en una de las primeras mujeres en España en liderar un banco cuando fue nombrada presidenta de Banesto.

La hermanas Álvarez, Marta y Cristina, herederas de Isidoro Álvarez, también han tomado las riendas del negocio familiar, El Corte Inglés. La mayor de ellas es, además de presidenta de la famosa cadena de distribución, máxima responsable de la Fundación Ramón Areces, principal accionista de la compañía. El cargo iba a recaer inicialmente en Cristina; no obstante, ésta prefirió que su hermana aglutinara ambas presidencias, para mantener así la tradición de la empresa. También Adriana Domínguez ha asumido la gestión en la firma fundada por su padre, Adolfo Domínguez, de la cual es la actual primera ejecutiva. Carmen Riu es, hoy en día, la consejera delegada, junto a su hermano Luis, del grupo hotelero del mismo nombre, el cuarto mayor de España y cuyo origen se remonta a un pequeño establecimiento en Palma de Mallorca, gestionado por sus padres y sus abuelos.

Por su parte Lourdes Gullón ocupa desde 2019 la presidencia de Galletas Gullón, después de que su madre María Teresa Rodríguez Sainz-Rozas decidiese otorgar el relevo a su hija al frente de la compañía con sede en la localidad palentina de Aguilar de Campoo. Todas ellas son un ejemplo de que, lejos de tópicos, la sucesión empresarial en España tiene nombre de mujer.