Entrevista
Lorenzo Amor, presidente de ATA: «Con el BOE en la mano es muy fácil tomar decisiones pero lo pagas tú»
No se muerde la lengua, busca siempre lo mejor para los autónomos y defiende lo que cree justo. Por eso rechaza el cambio de sistema de cotización de Escrivá por ser «intervencionista y confiscatorio»
Viven lo autónomos pendientes siempre de que algún negocio salga mal, de no llegar a fin de mes o de que una factura con morosidad quede impagada. Lo sabe bien Lorenzo Amor, presidente de ATA, que desde hace más de 20 años defiende los intereses de los trabajadores por cuenta propia. Ahora, el Gobierno pretende cambiar el sistema de cotización actual por uno por ingresos reales para, según defiende, que tengan mejores pensiones y que los que ganen más paguen en consecuencia. Amor lo tiene claro: este nuevo sistema es «intervencionista y confiscatorio» y por eso lo ha rechazado de plano hasta que la propuesta «tenga sentido».
¿En qué punto se encuentra la negociación con Ministerio?
Pues nosotros consideramos inasumible la propuesta del Gobierno. Y lo dicen los economistas, los graduados sociales, los gestores administrativos, los asesores fiscales, los profesionales que tratan estas cuestiones... Todos lo rechazan por intervencionista.
¿Cuál es el problema?
Lo que se ha planteado no es un sistema de cotización por ingresos reales, es un sistema en base a unos supuestos ingresos y a las deducciones fiscales que puedan tener los autónomos en un periodo, lo cual genera unos desequilibrios y desigualdades.
¿Por qué está atascada la negociación?
No estamos de acuerdo con el planteamiento final del sistema, que se basa en cotizar por unos rendimientos netos, que no son ingresos reales.
Explique la diferencia.
Los rendimientos netos son lo que se factura menos lo que se le permite deducir a ese autónomo. Hay que tener en cuenta que a unos se les permite deducirse unas cosas que a otros no. El sistema de autónomos tiene muchas peculiaridades y es muy disperso y el nuevo sistema no lo soluciona, lo complica más.
¿Por ejemplo?
Hay un millón de autónomos societarios que tiene un rendimiento neto cero porque no declaran el rendimiento neto en el IRPF y sin embargo sí cotizan a la Seguridad Social. Tenemos 300.000 autónomos colaboradores que también tienen rendimiento neto cero pero sí cotizan. Hay autónomos que cotizan a la Seguridad Social pero no tienen rendimiento porque están cercanos a la jubilación y quiere completar el tiempo para disfrutar de una pensión. Hay autónomos societarios que pueden deducirse el 100% de los gastos de manutención y un autónomo persona física que solo puede hacerlo 26,67 euros por comida. También hay autónomos que trabajan desde su casa y no se les permite deducirse ni los suministros y otros que tiene un pequeño local y sí que puede deducirse todos los gastos. Es decir, trabajando lo mismo, las mismas horas, y ganando lo mismo van a cotizar de distinta manera. Esto es lo que hemos planteado, una solución igual para todos.
¿Y han tenido alguna respuesta tras tres reuniones?
Estamos en ello, pero siguen en sus trece. Pero este sistema no es nuevo, ya se planteó en el año 2008, en 2012 y en 2018, siendo ya presidente Pedro Sánchez, y se descartó por los problemas de aplicación que tiene el sistema. Y ahora se ha vuelto a plantear y las cosas han cambiado poco.
Pero es una recomendación del Pacto de Toledo.
Eso es, una recomendación, no una imposición. Cuando se leen las recomendaciones 4ª y 5ª, en ningún sitio pone que se tiene que aprobar un sistema de cotización por ingresos reales.
Si usted está de acuerdo entonces en que se pague de forma justa, ¿cuál es el problema?
Nosotros estamos de acuerdo en que los autónomos que ganan menos coticen menos y que todos coticen con justicia.
Dice Escrivá que los que ganan más deben pagar más, ¿usted está en contra de eso?
No. El actual sistema no es justo, pero el que quiere plantear el ministro es más injusto todavía. La Agencia Tributaria sabe los ingresos de un autónomo y los gastos de deducibilidad pero no conoce su capacidad económica. Es decir lo que se quiere hacer es un sistema sobre las deducciones fiscales, entonces esos no son los que más ganan ni los de más capacidad económica. Yo puedo haber tenido una facturación importante y haber tenido una deducción de gastos, pero puedo estar soportando morosidad de clientes. Es decir, encima que yo no he cobrado voy a tener que pagar más Seguridad Social, porque en la declaración de rentas sí que aparecen esos ingresos que realmente no he cobrado y que a veces se tarda hasta dos años en cobrar. No me diga que eso no es injusto.
Y, ¿cuál es su propuesta?
Bajar la cotización a los autónomos con menos ingresos y acercar durante los próximos cinco años la base mínima de cotización al SMI (ya va a haber 207 euros de diferencia entre la base mínima del RETA y la base mínima del Réginen General). Nosotros pensamos que a iguales derechos, iguales obligaciones. Y a partir de ahí que suba la base mínima del autónomos societario, que se permita a éste que la cotización sea un gasto de la empresa en la que trabaja (como ocurre en el el Régimen general o con el autónomo persona física) y destopar la base para los mayores de 47 años para que puedan cotizar lo que quieran y cuando quieran, dependiendo de su capacidad económica. Y cuando entre en vigor la facturación electrónica obligatoria para los autónomos, pues ya vemos. Lo que no se puede es crear un sistema sobre unos ingresos netos inciertos porque no serían ingresos reales.
¿Cree que la propuesta va en contra del principio de progresividad y justicia tributaria y, por tanto, ser inconstitucional?
En algunos casos, y sumado al IRPF, es intervencionista porque la cotización de la Seguridad Social se basa en la tributación del IRPF. Y, por tanto, la suma de lo que se paga por IRPF más lo que se paga por Seguridad Social puede ser confiscatorio. Lo que está claro es que no grava la capacidad económica.
Pero eso es lo que se quiere solucionar ahora, ¿no?
Es la asignatura pendiente desde 2007, que ya se quería que los autónomos fueran adecuando sus cotizaciones a lo que ingresaban. Se aprobó que había que hacer campañas entre los autónomos para lograrlo, pero no se ha hecho nada. Nos encontramos que un 60% cotiza por bases mínimas.
Por eso defiende el ministro que se cambia el sistema, para que sea más justo y que los autónomos tengan mejores pensiones, pero van a pagar mucho y la pensión no será igual de alta.
Hoy, el autónomo puede elegir voluntariamente por lo que cotiza y si realmente el Gobierno lo que quiere es que tengamos mejores pensiones, lo primero que tenía que haber hecho es destopar la base máxima de los que tienen más de 47 años y mayor capacidad económica. Y habría mejores pensiones.
¿Por qué pidió usted la presencia de Hacienda en la mesa a la que se niega el ministro?
Tiene que estar si se habla de rendimientos netos. Si se habla de ingresos fiscales, lo lógico es que en la mesa esté la Agencia Tributaria y no sé por qué Escrivá se empeña en que no esté.
Ha reiterado en varias ocasiones que Escrivá no entiende o no sabe lo que es ser autónomo, ¿por qué?
Porque confunde un autónomo con un asalariado. Un autónomo primero se la juega con su propio capital, y desde el primer momento empiezas a pagar sin haber cobrado nada, no tiene un mes pagado de vacaciones, uno de cada tres sufre morosidad, el 40% de los autónomos no llega al cuarto año y cuando cierra queda en la ruina, y un trabajador cobra todos los meses y cobra su indemnización. Por tanto, comparar uno con otro, que es lo que hace la Seguridad Social, es injusto. Dicen que quieren que los que más ganen más paguen, pero es que eso ya ocurre. En el IRPF el que más gana más paga. Pero parece que Escrivá quiere convertir las cotizaciones en impuestos.
Dice que no quiere polemizar con el ministro, pero él ha llegado a decir públicamente que usted miente y que no representa a los autónomos.
La respuesta la han dado más de un centenar de consejos, colegios profesionales y asociaciones sectoriales al responderle. Creo que ese día, el ministro, como se dice en el argot taurino, tuvo una mala tarde.
¿También le separan algunas posiciones con las otras dos asociaciones? ¿Qué les diferencia?
Bueno, con una más que con otra, porque Uatae ya ha dicho que puede estar de acuerdo en la filosofía pero no en el modelo. A partir de ahí, cada uno sabe a quién defiende y a quién representa.
¿Y qué le parece la reforma laboral?
Pues yo la suscribo porque es un acuerdo de mínimos y que mantiene en un 95% la reforma laboral de 2012. Mala era la que presentaron en julio, que eso sí que era una derogación de la reforma laboral, retrógrada, intervencionista y mala para el país.
Usted siempre ha negado las disensiones internas dentro de CEOE por la aprobación de la reforma laboral, habla de discusiones normales en una ejecutiva y de distintas opiniones dentro de la organización, ¿sigue pensando lo mismo después de la negativa CEIM, Foment, Asaja o Anfac?
Le recuerdo que se aprobó en CEOE con solo esas cuatro abstenciones, no hubo votos en contra, como sí ha pasado otras veces con otras cosas. En un comité ejecutivo con 60 miembros y en una confederación de más de 4.000 asociaciones la disparidad de criterios es lógica y normal, y positiva, aquí no hay pensamiento único.
Incluso desde Cepyme, su presidente Gerardo Cuerva, ha mostrado públicamente que no comparte la reforma y que no quiere salir en ninguna foto que le relacione con ella.
Creo que él ha sido muy claro, que apoya esa reforma porque es lo menos malo y eso no significa que participe o no en las fotos. Además él estuvo en esa mesa y avaló el acuerdo, poco más hay que decir.
¿Cree que la posición del presidente de CEOE, Antonio Garamendi, está en entredicho por haber cedido ante Díaz varias veces? ¿No ha sido cuestionada?
El presidente de CEOE no toma decisiones personalistas, no toma ninguna decisión sin consultar al comité ejecutivo, que es el que decide. Tanto para la primera subida del salario mínimo, como para el acuerdo de pensiones, la ley de igualdad o ahora la reforma de pensiones son decisiones tomadas por el comité, no hay personalismo. El no a la derrama de cotizaciones, mal llamado Mecanismo de Equidad Intergeneracional, y el no a la subida atemporal del salario mínimo que castiga al tejido empresarial más vulnerable se han tomado por el órgano colegiado de CEOE, no por Antonio Garamendi.
¿Ha habido las mismas discusiones con el SMI?
Todas las intervenciones fueron en contra de la subida.
El Gobierno lo ha vuelto a elevar sin los empresarios ¿Es un punto de inflexión en su relación?
La primera subida del salario mínimo en 2020 fue pactada con los empresarios, pero el Gobierno no ha cumplido su parte de ese pacto. Prometió indexar esa subida en los contratos públicos y no lo ha hecho. Es una subida oportunista.
¿Se sienten utilizados por el Gobierno en general y por Yolanda Díaz en particular?
Es muy llamativo lo que han hecho: yo lo pacto, yo lo subo y tú lo pagas, que lo paguen los empresarios. Así cualquiera. Es lo mismo que si CEOE mañana pacta con los sindicatos al margen del Gobierno que se suba el sueldo de los funcionarios un 5% y que lo pague el Gobierno. Pues esto es lo mismo pero al revés.
¿Esta es entonces una subida política?
Es una subida claramente política, asumida por los partidos del Gobierno. Los agentes sociales tienen un misión, independientemente del Gobierno que esté: trabajar para el país. Y doy un dato muy llamativo: desde 2018 se han firmado 5.000 convenios colectivos y de esos solo 187 no han llegado a los 14.000 euros de salario mínimo de convenio. Casualmente, esos 187 son convenios relacionados con la administración pública, que no han aplicado la subida salarial a los contratos públicos.
¿Y qué les dicen a ustedes de esto?
Nada. Y mientras tanto, se presentan licitaciones para contratos públicos y se quedan desiertas. Ahí está la respuesta.
¿Cree que el objetivo final de Díaz es solo político y que les utiliza y busca la negociación solo cuando le conviene?
Solo voy a decir una cosa: no era necesario plantear una negociación en 48 horas. Eso ha sido «estas son las lentejas, o las tomas o las dejas», no una negociación. Y ya lo advierto, el año que viene volverá a subir el salario mínimo, ya sabemos que es año electoral, solo les importa eso. Con el BOE en la mano es muy fácil tomar decisiones pero lo pagas tú.
¿Ha llegado el momento de que los empresarios y los autónomos se planten y digan basta?
Ya hemos dicho no en varias ocasiones. Lo que no se puede romper es el diálogo social porque hay muchas cosas que negociar y muchas cosas en juego. Nosotros no actuamos con frivolidad. El Gobierno tiene que entender que nosotros tenemos el mismo sentido de Estado, tenemos el mismo sentimiento patriota y sentido común que ellos cuando decimos sí a un acuerdo o no a otro.
¿Cuáles serán las consecuencias de esta subida?
Menos contratación y pérdida de empleo seguro. Lo estamos viendo ya en el régimen de bajas. Ya advierto de que va a haber una conversión muy elevada de contratos de tiempo completo a contratos a tiempo parcial. Y pongo un ejemplo: un pensionista que necesita un servicio doméstico no puede mantener un pago de 1.500 euros a ocho horas, es inasumible. Va a haber pequeñas empresas y autónomos con trabajadores a jornada completa que no van a poder seguir manteniéndolos.
¿Cuál va a ser el impacto que tenga entre los autónomos?
Hay un dato revelador en la EPA. Las horas trabajadas por los autónomos se han disparado. Eso significa que tienen que trabajar más porque antes tenían algún trabajador a su cargo y ahora ya no pueden mantenerlo a jornada completa. En enero ha habido más contratación indefinida, sí, pero la mayoría a jornada parcial. Que no quieran engañarnos.
Pero el número de autónomos ha crecido.
Sí, pero también ha habido 600.000 bajas, cuidado. Ha habido muchas altas de personas mayores de 50 años que han sido expulsadas del mercado laboral asalariado y han tenido que buscarse la vida. El saldo neto se hace con las altas y con las bajas, no lo olvidemos. Solo hay que salir a la calle un rato y ver la cantidad de locales que están cerrados.
Parece que ser autónomo es España es profesión de riesgo.
De muy alto riesgo. Y si sigue esta presión fiscal, de cotizaciones y costes laborales y siguen las zancadillas ser empresario puede ser de riesgo extremo.
¿Teme más decisiones unilaterales?
Con este Gobierno no caben dudas porque sus decisiones son políticas.
Hay elecciones de CEOE en noviembre, ¿se ha planteado en algún momento dar el salto y optar a la presidencia?
(Risas). Yo soy presidente de ATA al servicio de los autónomos y de CEOE y Cepyme. Desconozco si Antonio Garamendi se va a volver a presentar, aunque confío en que sí, porque creo que es importante que el proyecto siga cuatro años más, pero si llega otra persona estaré a su entera disposición para defender los intereses de los empresarios y los autónomos. El presidente que llegue seguirá defendiendo nuestros intereses.
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