Banco de España
El 57% de los hogares españoles está endeudado y el 15% tendrá problemas de impago por la subida de tipos
El importe mediano pendiente de pago de las familias se situó en 33.300 euros en 2020. La deuda pendiente para la adquisición de la vivienda principal constituye el 61,7% de la deuda de los hogares
Un 57,1% de los hogares españoles está endeudado, la proporción más alta desde 2002, cuando el porcentaje estaba situado en el 42,54%. Esta una de las principales conclusiones de la última Encuesta Financiera de las Familias, publicada este miércoles por el Banco de España con datos hasta el año 2020, que también determina que la proporción de hogares endeudados en situación de vulnerabilidad rondó el 11% en 2020, en plena crisis sanitaria del coronavirus, frente al 10% de 2017, aunque avisan los técnicos del supervisor bancario de que el porcentaje de familias españolas endeudadas que dedican más de un 40% de su renta bruta al pago de deudas podría elevarse hasta cerca del 15% por culpa de la subida de los tipos de interés, lo que les colocaría en una “posición financiera vulnerable” y les colocaría al borde de una previsible situación de impago.
Así, estos hogares vulnerables se colocan pues en riesgo de que cualquier “shock negativo” que repercuta sobre ellos puede condicionar el mantenimiento de los niveles de consumo, por lo que el Banco de España prefiere “mantener la precaución y el monitoreo de las condiciones financieras de los hogares”, según incide el informe, dirigido por el director general de Economía y Estadística del organismo, Ángel Gavilán, para el que la clave del aumento de presión sobre la capacidad financiera de los hogares está precisamente en la subida de los tipos de interés.
En este contexto, si se plantean escenarios basados en un incremento inmediato de los tipos en 100, 200 y 300 puntos básicos, la institución bancaria avisa de que el porcentaje de hogares en “vulnerabilidad relativa” pasaría de un 10,9% a prácticamente un 15%, algo que notaría de inmediato la población que concentra la mayor parte de la deuda. En cualquier caso, no quiere ser pesimista y cree que España “está muy lejos” de los registros de la crisis financiera, básicamente porque las familias estaban mucho más endeudadas y tenían una composición diversa de los activos. Además, la traslación de las subidas de los tipos de interés monetario a los de crédito -hipotecario, de consumo y empresas- está siendo más “incompleta” y llevando más tiempo que en ocasiones anteriores.
Según los datos aportados por el informe, el importe mediano pendiente de pago de las familias se situó en 33.300 euros, una cantidad que crece según el nivel de renta del hogar -a mayor renta mayor cantidad adeudada- y el número de miembros que trabajan. El hogar endeudado mediano dedica un 15,6% de su renta bruta al pago de sus deudas. Esta cifra es mayor para los niveles bajos de ingresos (27,5%) y disminuye a medida que estos aumentan.
La deuda de los hogares representaba a finales de 2020 el 11,4% del valor total de sus activos, una magnitud similar a la de 2011, si bien estos niveles se disparaban hasta el 45 % para aquellos por debajo de la mediana de riqueza. La deuda pendiente para la adquisición de la vivienda principal constituye el 61,7% de la deuda de los hogares, mientras que la deuda pendiente por la compra de otras propiedades inmobiliarias representaba el 22,4%, con otras deudas pendientes en el 16%. Por grupos, mientras que el peso de la deuda asociada a la compra de la vivienda principal y el de las otras deudas caen con la renta, la proporción de deuda destinada a la compra de otras propiedades inmobiliarias crece con esta.
El componente más importante de la deuda de los hogares es el destinado a la compra de la vivienda principal, que representaba a finales de 2017 un 63,6% de toda la deuda de los hogares. A finales de 2020, la mayor parte del total de la deuda seguía destinada a la adquisición de la vivienda principal, si bien cayó casi 2 puntos (hasta el citado 61,7%) en favor de otras deudas pendientes (1,3 puntos, hasta el 16%) y, en menor medida, de la deuda contraída para la compra de otras propiedades inmobiliarias (22,4%).
Dentro de la proporción de hogares endeudados en situación de vulnerabilidad -un 11% en 2020, en plena crisis sanitaria del coronavirus-, el aumento estuvo concentrado en los hogares de rentas más bajas, que pasaron del 9,5 al 15,1%, en aquellos cuyo cabeza de familia era menor de 35 años (del 4,4 al 6,8%) o estaba en paro o inactivo (del 4,9% al 8,7%), y en los situados en el zona inferior de la distribución de la riqueza neta (del 7,5 al 10,4%).
Según la naturaleza de los activos se constata que, entre 2017 y 2020, el porcentaje de hogares propietarios de su vivienda principal bajó del 75,9% al 73,9%. También es significativo que, desde 2011, la tasa de propiedad de una vivienda entre los hogares más jóvenes ha pasado del 69,3% al 36,1% al haberse restringido el acceso crediticio, por el fin de las desgravaciones y las imposiciones fiscales y por la incertidumbre de la renta.
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