Operación retorno

¿Cómo evitar las estafas al llenar el depósito de mi coche o moto?

Los incrementos del precio de combustible por la guerra de Ucrania parecen descender, pero se debe estar alerta ante los engaños con la gasolina o diésel en esta operación retorno

Un hombre reposta en una gasolinera de Madrid
Un hombre reposta en una gasolinera de MadridMariscalAgencia EFE

Tras el término de agosto, muchos españoles y españolas se preparan para el final de sus vacaciones de verano y la vuelta a la rutina de septiembre. Aunque algunos usaron transporte público (ya sea avión, Renfe o autobús), la gran mayoría decidieron utilizar su vehículo privado, por lo que en la operación retorno, deberán llenar el depósito de gasolina o diésel. La buena noticia es que costará menos a los conductores, pero deben tener cuidado ante posibles estafas en las gasolineras.

El precio de la gasolina se ha incrementado durante este año casi un 50% con respecto al año pasado. En los últimos meses, el aumento se ha apreciado tanto que el precio por litro de combustible llegó a ser superior a dos euros en algunos puntos de España, lo que obligaba a los ciudadanos buscar los puntos de repostaje más barato, con el objetivo de ahorrar durante sus viajes.

A día de hoy, el precio medio del litro de gasolina se encuentra en 1,80 euros, mientras que el del diésel se sitúa en 1,89 euros. Todo ello sin aplicar el descuento de veinte céntimos por litro que estableció el Gobierno el pasado mes de abril y que termina el próximo 31 de diciembre. Ante estas desorbitadas subidas, conductores y conductoras buscan cualquier remedio para evitar pagar más, pero se debe tener cuidado ante posibles timos y estafas que puedan tener lugar.

Por ejemplo, el pasado mes de julio, la Guardia Civil alertó de un nueva forma de estafa a los clientes de las gasolineras con el precio de combustible. Un engaño que llegaba a través del WhatsApp y se trataba de un mensaje de una supuesta promoción de Coca-Cola en el que los receptores podían recibir hasta 500 euros por su 130 aniversario. Todo un ataque de phising que tenía como objetivo que el usuario que pinchara en el enlace recibido fuera redirigido a una web fraudulenta para que los estafadores consiguieran sus datos personales.

Más allá de este tipo de engaños, las estaciones de servicio “low cost” se han vuelto muy populares entre los ciudadanos. La legitimidad de estos negocios está amparada en la Ley de Hidrocarburos de 2013, aunque muchas personas cuestionan el origen de los hidrocarburos y la calidad de los mismos en estos establecimientos, ya que puede ser que estén poniendo gasolina en tu coche o moto, la cual esté mezclada con alquitrán, agua, aceite u otros productos más sofisticados, así como obtenida del “pinchazo” de un oleoducto y traída de caminos ilegales, según explican desde SICPA.

Esta multinacional, especialista en seguridad y con una de sus bases más importantes en España, lucha contra los fraudes de combustible desde 2016 con una tecnología que monitoriza la distribución del fuel hasta la gasolinera. “Hay que tener en cuenta que muchas veces este combustible no supervisado provoca una mayor contaminación y además daña el motor del vehículo”, declara Fabián Torres, Director de Desarrollo de Negocio de SICPA España.

¿En qué timos puedo caer y cómo pueden estafarme con la gasolina?

En relación con el comercio de combustibles existen múltiples estafas y conductas fraudulentas, que en España, desgraciadamente, pueden llevarse a cabo. Otros fraudes tienen que ver con el uso de combustibles que han pasado por todos los cauces legales, pero de los que no se hace un uso indebido, como es el caso de la utilización del gasóleo agrícola por el gasóleo convencional. O el caso del “bunkering”, que es el relleno ilegal de depósitos en alta mar con lanchas. Y así, bastantes posibilidades se ser engañado.

La compañía experta en seguridad ha fabricado un laboratorio portátil en el que se realiza el estudio de la muestra de gasóleo sobre el terreno. “Para evitar fraudes, contamos con unas moléculas que se denominan ‘marcadores’ que se colocan en proporciones de partes por millón en los oleoductos o en los camiones cisterna o en los jumbo-tanks para detectar el tipo de combustible que se transporta y la calidad de este”, declara Fabián Torres.

Según palabras de Torres, los marcadores son invisibles, carecen de olor y sin imposibles de sustituir, así como que están adaptados a todos los tipos de hidrocarburos y no perjudican al motor ni al medio ambiente. Un ejemplo de su aplicación en cuanto a la elección del gasóleo agrícola sobre el convencional es que la molécula tiene un marcador diferenciado para ambos gasóleos y el paso de una muestra por el laboratorio portátil permite conocer si ese diésel se está comercializando de forma correcta.

De esta forma, la herramienta de SICPA permite evitar este tipo de fraudes. “Cuanto más caro es el producto, mayor es el lucro que obtienen, más en este tipo de productos que cuentan con altas tasas fiscales y eliminan el pago de ese impuesto en el proceso”, cuenta Fabián Torres respecto a los estafadores. La solución desarrollada por la empresa tiene, como objetivo, acabar con este tipo de fraudes y poner fin al comercio ilícito de combustible.