Distribución

Getir: así funciona el “supermercado fantasma” que le deja la compra en su puerta en diez minutos

La compañía sitúa la tecnología como la clave de su estrategia para poder hacer entregas ultrarrápidas

Una empleada prepara un pedido en una tienda de Getir
Una empleada prepara un pedido en una tienda de GetirLa Razón

Suena un “gong” y, como si de dos boxeadores sobre el cuadrilátero se tratase, los empleados de la tienda de Getir en la calle Alonso Cano de Madrid empiezan su particular “baile” para preparar el nuevo pedido que acaba de entrar y que anuncia la campana. En unos diez minutos -el plazo de entrega pueda variar algún minuto arriba o abajo en función de circunstancias como el tráfico, precisa Hunab Moreno, director general de Getir para España y Portugal-, el repartidor estará en la puerta del cliente. ¿Cómo es posible tanta rapidez? Parafraseando aquel famoso anuncio de pizzas, el secreto, como explica Moreno, está en la tecnología.

Porque Getir es, ante todo, una compañía de distribución tecnológica, recalca su portavoz. Y esta tecnología es la que posibilita esa especie de milagro que supone tener a su repartidor en la puerta de casa unos pocos minutos después de que se formalice el pedido a través de su aplicación. “La tecnología nos dice dónde tenemos que poner las tiendas, qué productos debemos tener en los lineales de cada una, cuántos empleados deben trabajar en un establecimiento, en cuantos turnos...”, explica Moreno.

En el mismo instante en que un cliente de Getir envía su pedido, el engranaje que posibilita toda esta tecnología se pone en marcha. Al formalizarse, la compra entra en la pantalla de control y suena el aviso en la tienda más cercana, que está ubicada a una distancia que se pueda recorrer en no más de ocho minutos a una velocidad media de 20 kilómetros por hora en las motos eléctricas o bicicletas que la compañía usa para el reparto. El encargo es asignado a uno de los empleados de la tienda, conocido en la jerga de la empresa como “picker” -recogedor en inglés-, que será el encargado de prepararlo recorriendo los lineales de la tienda. La recogida de los productos es rápida. “Los “pickers” se saben la tienda de memoria. Además, los productos están organizados de modo un poco diferente a cómo lo están en un supermercado convencional porque los queestán más cerca del mostrador son los que más se venden en esa tienda”, explica Moreno. En la de Alonso Cano, por ejemplo, lo más cercano son las frutas y las verduras, muy demandados por los clientes de la zona.

Revisión y envío

Una vez que el “picker” tiene todos los productos del pedido, los reúne en un casillero que hay en el mostrador situado en la entrada de la tienda y allí, con ayuda del repartidor, los revisa para que no haya errores. En lo que nunca hay problemas es en el tamaño. Cada una de las aproximadamente 2.000 referencias que Getir tiene es escaneada en 3D por una máquina especialmente diseñada para ello en sus centros logísticos de Madrid o Barcelona para determinar el espacio que ocupa. Esa información se vuelca en la app de tal manera que, cuando el cliente hace el pedido, se va sumando de forma automática el espacio que ocupa cada producto que pide dentro del cajón de reparto en que se transportan hasta que se completa. Una vez que el pedido está revisado y embolsado, sale hacia su destino para llegar en unos pocos minutos.

Aunque el día y hora en que LA RAZÓN visita la tienda, un jueves al filo de las once de la mañana, no es de gran actividad, los supermercados de Getir suelen preparar cientos de pedidos diarios, cuyas horas punta se suelen concentrar cerca de la cena y la comida, cuando la gente está más en casa y se da cuenta de que le falta algún producto. Porque el hecho de que la compra se tenga que limitar a la capacidad del cajón de la moto o bici que lo va a llevar complica un tanto hacer compras completas. Aún así, desde la compañía aseguran que no son pocos los que utilizan Getir para llenar la despensa y que es habitual recibir dos o tres pedidos seguidos del mismo cliente para hacerlo. Sus referencias incluyen casi todos los productos básicos necesarios en una cocina, incluidos fruta, verdura, carne envasada y congelados. Y sus precios, según Moreno, “son igual que los de cualquier súper”, incluidas las ofertas, si bien se exige un pedido mínimo de 10 euros que tiene un coste de entrega de 1,8 euros descendente según el coste del pedido.

Aunque la política de la compañía es no ofrecer cifras concretas, Moreno asegura que la compañía, fundada en Turquía en 2015 y que llegó a la Península en 2021, está muy satisfecha con el desempeño de su negocio en España. En la actualidad cuenta con tiendas en ciudades como Madrid, Leganés, Móstoles, Alcorcón, Alcobendas, Barcelona, Zaragoza, Valencia, Sevilla y Málaga. Pero su intención, añade, es reabrir algunas que ahora mismo tiene hibernadas. En verano, la compañía decidió que la demanda no justificaba tener todo su parque abierto y cerró temporalmente establecimientos que irá reabriendo. Sólo en Madrid cuenta con tiendas en esta situación, aunque es una medida que ha tomado en todos los países en los que está presente, asegura su director general.