Dinero en efectivo

Este es el país que podría acabar con el efectivo en 2023

Desde el año 2011, los suecos han reducido el uso de efectivo del 39% a apenas el 7%

Estocolmo, la capital de Suecia
Estocolmo, la capital de Suecialarazon

El dinero en efectivo está perdiendo terreno frente a los métodos de pago alternativos como la tarjeta de crédito o plataformas de pago instantáneo como Bizum, haciendo que sean muchas las personas que se planteen la utilidad de la moneda física. Pese a que el manejo de billetes y monedas sigue teniendo importancia para los españoles, hay algunas economías que quieren adelantar la sentencia de muerte del dinero en efectivo para pasar a un modelo digital.

Este es el caso de Suecia, uno de los principales países contra el dinero en efectivo, pese a que este territorio fue el que emitió el primer billete del mundo en 1661. Por tanto, su banco central, el más antiguo del mundo con más de 354 años, lidera desde inicios de la pasada década una cruzada contra la moneda física, ya que desde el año 2011 al 2020 los suecos han reducido el uso de efectivo del 39% al 9%. Este porcentaje se rebaja al 7% en el 2021 según algunas encuestas, aunque se espera que para 2023 la sociedad sueca podría poner fin al uso de billetes y monedas, convirtiéndolo así en el primer país en el que no se use efectivo como medio de pago.

La economía de Suecia va camino de convertirse en completamente digital el próximo año, ya que las transacciones en efectivo pasan a la historia”, asegura Clarissa Dann, directora editorial de contenido de banca corporativa en Deutsche Bank.

La emisión del primer billete en Europa

“Fue el primer país de Europa en introducir los billetes”, explica la analista de Deutsche Bank Research, Marion Laboure. Tanto es así, que el Banco de Estocolmo fue quién emitió los primeros billetes reales en Europa, los cuales fueron un “gran éxito”.

Sin embargo, más allá de los billetes, Suecia siempre se ha encontrado a la cabeza de Europa en lo que a finanzas se refiere, ya que entre 1661 y 1668, el Riksbank se convirtió en el primer banco central del mundo. Asimismo, a finales de la década de los 80 y principios de los 1990, los bancos suecos habían comenzado a introducir los pagos con tarjeta. Pese a ello, Suecia se convertirá en el primer país en el que los pagos en efectivo dejarán de existir.

La tendencia no será global, ya que aunque los pagos digitales son cada vez mayores, la emisión de dinero en efectivo se ha incrementado en la mayoría de sociedades. Suecia y China son dos de los pocos países donde el efectivo en circulación ha disminuido en los últimos 10 años. Por lo tanto, si bien la tendencia hacia una sociedad sin efectivo se extiende a muchos otros países del mundo y las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC) están destinadas a desplazar progresivamente al efectivo, se seguirá utilizando durante muchos años más como reserva de valor y como medio de pago”, sostienen desde Deutsche Bank.

Pese a que no es de extrañar que la situación de incertidumbre económica actual probablemente impulsará la transición hacia los pagos digitales, el efectivo continuará siendo esencial, tal y como explica la experta de Deutsche Bank: “Hay que tener en cuenta que unas 1.400 millones de personas en todo el mundo, más de una de cada cinco, siguen sin estar bancarizadas y dependen del dinero en efectivo. Los ancianos y aquellos que lo usan para pagos pequeños aún dependen de las monedas y los billetes. Sigue siendo popular entre los consumidores. La moneda tradicional es necesaria durante un desastre natural cuando el acceso a los pagos digitales podría quedar interrumpido. A diferencia de los sistemas de pago digitales, no es vulnerable a los piratas informáticos y los ataques cibernéticos”.