Consumo
Los súper avisan: los precios pueden subir a largo plazo pese a la rebaja del IVA
El sector garantiza aplicar la rebaja pese a las acusaciones de Facua, pero recuerda que el precio de los alimentos no solo depende de los impuestos. Exige medidas que atajen las causas del encarecimiento
Los consumidores estrenaron este lunes la supresión o reducción al 5% del IVA en determinados alimentos básicos, pero al echar un vistazo a su tique de compra la sensación de muchos es que llenar la despensa sigue siendo igual de caro. Al escepticismo sobre la aplicación de la medida se suman las acusaciones de que los supermercados podrían elevar los precios para aumentar su margen de beneficios. De hecho, ayer mismo la organización de consumidores Facua denunció ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a siete cadenas de distribución por no repercutir la rebaja del IVA a todos los alimentos afectados por la medida anunciada la semana pasada por el Gobierno para contener la inflación en los alimentos. En concreto, la asociación ha revisado la evolución de un total de 676 precios en los principales supermercados desde el pasado 30 de diciembre al 3 de enero y asegura haber detectado que en 51 casos no se ha aplicado una bajada en el precio equivalente a la del IVA. Así, 34 precios son idénticos que al finalizar el año, 10 no han repercutido la totalidad de la rebaja fiscal y siete son incluso más elevados
El sector de la distribución rechaza la rumorología y se atiene a los datos: las rebajas del IVA recogidas en el último decreto de medidas anticrisis se están aplicando, pero advierten: el precio de los alimentos también depende de los costes y los pequeños comercios pueden tardar más en adaptarse al conservar algo de stock adquirido con el IVA anterior.
El director general de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) -con Mercadona, Coviran, Ahorramás, Lidl, Dia o Condis entre sus asociados-, Ignacio García Magarzo, subraya el “gran esfuerzo” de las empresas y los trabajadores para trasladar la rebaja del IVA en muy poco tiempo, que ya se aplica en todos los establecimientos para beneficio de los consumidores. “Tenemos la seguridad de que este ahorro se va a percibir en el IPC de alimentación, que es el objetivo de todos. Consideramos que esta bajada del IVA es una medida correcta y en la buena dirección, pero la evolución de los precios de los alimentos de los próximos meses vendrá determinada fundamentalmente por los costes de la energía, del transporte y de las materias primas, que son los que han provocado esta subida desde hace año y medio”, añade en declaraciones a LA RAZÓN.
¿Por qué algunos consumidores no notan la bajada?
La inmensa mayoría de los supermercados han aplicado la rebaja directamente e incluso algunas empresas han aprovechado para bajar algunos productos aún más. No obstante, ha habido algún caso muy concreto en el que algunos productos no han bajado o han subido, algo que se puede atribuir a un error o a que, como los precios son libres y dependen también de los proveedores, la bajada ha podido coincidir con una subida que ya estaba prevista, explican fuentes del sector a LA RAZÓN.
“Nadie se va enriquecer a costa de esta bajada del IVA, porque todas las empresas están deseando bajar los precios y todo el mundo tiene miedo a perder clientes”, añaden estas misas fuentes. Sin embargo, la directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Ileana Izverniceanu, dijo este lunes que no les “parece profesional ni entendible que se diga que no ha dado tiempo a trasladar esa bajada o que se adquirieron productos con un IVA superior”, tras detectar que algunos establecimientos aún no había aplicado la bajada del IVA decretada por el Gobierno este pasado lunes 2 de enero.
A este respecto, explicó que los establecimientos “lo que van a hacer es liquidar el IVA y tendrán que liquidar el IVA dependiendo del producto que hayan adquirido con ese IVA”. “Si es del año pasado, tendrán que liquidarlo con el IVA anterior y, si es un producto adquirido este año, tendrán que liquidarlo con el IVA igual al 5% en el caso de aceites o pastas o igual a cero para el resto” de productos afectados. “Lo que no entendemos es que, si, desde el 1 de enero, esa rebaja del IVA tiene que trasladarse al consumidor, no se esté haciendo y se estén alegando tiempo o problemas no sé de qué tipo”, apostilló.
Los supermercados rechazan estas acusaciones y niegan que vayan a aprovechar la rebaja para subir precios y obtener mayores beneficios, tal y como han precedido algunas asociaciones de consumidores. “Por supuesto que las cadenas de distribución han aplicado la rebaja del IVA, además en un tiempo récord, porque no había ningún precedente de aplicar un cambio de IVA con cuatro días”, inciden las mismas fuentes consultada por LA RAZÓN. El problema al que se refiere la OCU está en el pequeño comercio, afirman.
Para las grandes cadenas de supermercados el IVA es neutro. El IVA que soportan se les descuenta y el IVA que repercuten lo ingresan. Todos los días mandan el listado de las operaciones a Hacienda con los IVA repercutidos. Por eso, las grandes empresas no hacen declaración trimestral de IVA sino que hacen el ingreso diario a la Agencia Tributaria. En cambio, el pequeño comercio está gestionado por personas físicas que tienen un régimen llamado el recargo de equivalencia. Con este régimen, los propietarios de pequeños establecimientos de alimentación no hacen declaración de IVA, sino que soportan un IVA especial cuando compran. De esta manera, no tienen que descontarse el IVA ni ingresar el IVA repercutido. Por lo tanto, para estos comercios sí puede ser un problema haber comprado un IVA y vender a uno más bajo.
Esto es lo que puede estar dando lugar a que en algunos establecimientos aún haya algunos artículos sin el IVA rebajado, ya que fueron adquiridos antes de 2023, cuando el decreto aún no había entrado en vigor. Sin embargo, cuando ese stock se agote los precios se actualizarán, algo debería estar produciéndose, ya que los productos de alimentación no se suelen almacenar más de tres o cuatro días. Así, este problema momentáneo que se podría estar dando en los pequeños comercios debería estar solucionado a finales de esta semana.
El precio no solo depende del IVA, sino sobre todo de los costes
El precio de los alimentos se ha mantenido extraordinariamente estable durante los últimos 20 años. En 2007 se registró una subida por efecto de las materias primas que luego derivó en la crisis de consumo de 2008, cuando la población compraba menos porque el desempleo se disparó y tenía menos dinero. En ese momento hubo casi 10 meses de IPC negativo, es decir, los alimentos costaban menos cada mes. Luego hubo una subida en 2012 cuando Montoro subió el IVA y el resto del tiempo el precio de los alimentos se ha mantenido estable, hasta el último año y medio, momento en el que adoptó una senda alcista por el encarecimiento de las materias primas, de la energía, de los carburantes y desde 2022 por la guerra en Ucrania.
Por ello, desde el sector de la distribución subrayan que la bajada del IVA no es una receta mágica, ya que el precio de los alimentos no depende solo de los impuestos. La bajada del IVA es una medida que ayuda a que el consumidor perciba una rebaja, pero no es suficiente, porque el resto de circunstancias que han provocado el incremento de precios perviven. Para paliar la crisis del precio de los alimentos el sector reclama medidas destinadas a la cadena alimentaria que ayuden a bajar los costes de la energía, del transporte y de las materias primas, lo que daría como resultado un abaratamiento mayor del precio de la comida. Así, aunque es previsible que esta bajada del IVA modere la inflación de los alimentos, aún se desconoce cuál será su impacto real y cómo evolucionarán los precios a largo plazo.
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