Macroeconomía

El FMI confirma el frenazo de la economía española: solo crecerá un 1,1% este año y el 2,4% en 2024

Rebaja en un punto la previsión del Gobierno (2,1%). Este empeoramiento complica recuperar niveles prepandemia en 2024

El Fondo Monetario Internacional (FMI) lo tiene claro: la economía española se desacelerará más de lo previsto, lo que le ha forzado a reducir en una décima su estimación de crecimiento del PIB para este año, hasta el 1,1% -frente al 5,5% con el que cerró el año pasado-, y en otras dos para 2024, hasta el 2,4%, pese a que España se situará a la cabeza del crecimiento económico en la eurozona en ambos ejercicios. Sin embargo, España es la única de las grandes economías que ve rebajada las expectativas de crecimiento tanto para 2023 como para 2024.

Así se recoge en el informe de perspectivas económicas mundiales publicado hoy por la institución dirigida por Kristalina Georgieva, que se queda muy lejos de las previsiones que mantiene intactas la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, con un crecimiento del PIB para 2023 del 2,1%, un punto porcentual más que el FMI, que ve complicado que nuestro país alcance los niveles de PIB previos a la pandemia en este mismo ejercicio y mantiene las proyecciones ya anticipadas en anteriores informes, aplazaba a 2024 la consecución de este objetivo, con la diferencia de que sus estimaciones eran más optimistas que estas últimas.

Por tanto, los analistas del FMI han desestimado el buen cierre del año pasado de la economía española, con el citado crecimiento del 5,5%, la misma tasa que el ejercicio anterior, a pesar de que todas las previsiones apuntaban a una desaceleración de la economía por la presión que sigue ejerciendo en las economías mundiales la guerra en Ucrania. Para la subdirectora del Departamento de Investigación del Fondo, Petya Koeva, de momento se ha obviado esa mejora, aunque no descarta que en la siguiente revisión “lo tendremos en cuenta”.

Según Daniel Leigh, director de la División de Estudios Económicos Mundiales del FMI, la caída del crecimiento español en 2023, en contraste con el pasado año, es una “historia en gran parte externa”, más que estructural, y reiteró que el “crecimiento será más rápido” en 2024, cuando el FMI calcula que se expandirá un 2,4 %. Esta subida la justifica en parte porque “España se beneficiará especialmente de la siguiente generación de los fondos ‘Next Generation EU’”, hasta 140.000 millones de euros para reformas e inversiones entre 2021 y 2026. De ellos, casi la mitad pertenecen a transferencias no reembolsables que se ejecutarán prácticamente entre los años 2021 y 2023, y el resto corresponde a créditos disponibles. “Así que, si a eso se suma el hecho de que España ha llegado a esta situación en un buen momento, se puede explicar el hecho de que se sitúe por encima de la media de la UE”.

En cuanto a la economía mundial, la revisión de las previsiones se enmarcan en un contexto de desaceleración económica general, aunque menos pronunciado de lo esperado y pese a que el rebote será más débil de lo calculado hace unos meses. Así, el organismo descarta una posible recesión global a pesar de los efectos de la invasión rusa de Ucrania, aunque sí reconoce que la desaceleración será más acentuada en las principales economías. Tras crecer un 3,4% en 2022, el PIB mundial se expandirá un 2,9% en 2023, dos décimas más que en la anterior proyección, y un 3,1% en 2024, una décima menos que en su último augurio.

Con las nuevas previsiones del FMI, Italia y Alemania no registrarían números rojos este año, como estaba previsto. Italia crecerá el 0,6%, ocho décimas más de lo antes estimado, y Alemania el 0,1%, cuatro décimas más. Las previsiones para Francia no han cambiado y este año crecerá el 0,7%, mientras que en 2024 se recuperará hasta el 1,6%, igual que Alemania (1,4%) e Italia en menor medida (0,9%). En general, ha mejorado sus proyecciones para la eurozona, cuyo PIB crecerá un 0,7% en 2023, frente al 0,5% estimado previamente, y un 1,6% el próximo año, dos décimas menos de lo anticipado en octubre.

“La subida de las tasas de interés de los bancos centrales para combatir la inflación y la guerra de Rusia en Ucrania continúan lastrando la actividad económica”, explica la entidad, para la que la reciente reapertura de China “ha desbrozado el camino para una recuperación más veloz de lo anticipado”. Para el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, “la economía global ha mostrado mucha resiliencia. Los mercados laborales están ajustados, el gasto de los hogares y la inversión empresarial siguen siendo fuertes y las economías europeas demostraron ser bastante resistentes a la crisis energética”, resumió el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas.

A pesar de esta ligera mejoría de la previsión de crecimiento para 2023, la institución internacional ha advertido de que la expansión prevista se sitúa por debajo de la media histórica entre 2000 y 2019 del 3,8%. “No se prevé que el PIB mundial ni el PIB mundial per cápita registren un crecimiento negativo, algo que suele ocurrir cuando se produce una recesión mundial”, destaca la institución en la actualización de sus perspectivas económicas mundiales.

En cuanto a la inflación mundial, el FMI espera que caiga del 8,8% registrado en 2022 hasta el 6,6% en 2023 y al 4,3 % en 2024. Sin embargo, advierte de que la inflación subyacente “es más persistente” y seguirá siendo “demasiado elevada”, en niveles aún superiores a los observados antes de la pandemia, cuando la tasa de inflación rondaba el 3,5%. “En resumen, salvo nuevos shocks, 2023 podría ser el año de los puntos de inflexión, con el crecimiento tocando fondo y la inflación disminuyendo”, apostilló Gourinchas.

También anticipa que un endurecimiento de la política monetaria ejercerá un efecto de enfriamiento sobre la inflación, que descenderá a escala mundial del 6,9% en el cuarto trimestre de 2022al 4,5% en el cuarto trimestre de 2023. “Aun así, el proceso de desinflación tomará tiempo”, advierte el FMI, que avisa de que para 2024 los niveles medios de la inflación anual general y subyacente aún se situarán por encima de los niveles previos a la pandemia en el 82% y el 86% de las economías, respectivamente.