Retroceso

La inflación pasa factura a las reformas de viviendas

La patronal Andimac estima que el año pasado se hicieron actuaciones en 1,4 millones de viviendas, un 1,4% menos que en 2021; y avanza otra caída de un 3% para este ejercicio

Un trabajador autonomo repara el balcón de una vivienda en Madrid
Un trabajador autonomo repara el balcón de una vivienda en MadridAlberto R. RoldánLa Razón

La inflación también está pasando factura a la reforma y rehabilitación de viviendas. La Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción (Andimac) estima que la actividad de la reforma (interior de viviendas) y rehabilitación (fachadas y cubiertas) cayó un 1,4% en 2022, tal y como recoge en su Observatorio 360 presentado hoy miércoles, que para 2023 pronostica otra caída del 2,9%, sin tener en cuenta el efecto sobre la actividad de las inversiones que contempla el Plan de Recuperación destinadas a la rehabilitación energética de edificios y viviendas.

Según el estudio, que la consultora Arthursen elabora cada año para la patronal, las causas de la caída de actividad en reforma estarían relacionadas fundamentalmente con la crisis energética y su repercusión sobre los precios y el poder adquisitivo y el efecto base que representó un ejercicio 2021, muy expansivo para el segmento de la reforma. La misma inflación que ha mermado los bolsillos de las familias impulsó, sin embargo, el valor económico del mercado de los materiales un 9%. El gasto medio en reforma por hogar durante el pasado año ascendió a 1.082 euros, una cifra ligeramente mayor a la de 2021 (4,6%).

A pesar de que desde Andimac creen que los precios de los materiales se moderarán este ejercicio, la situación de incertidumbre económica que atraviesa el país lleva a esta organización a pronosticar una caída de actividad del 2,9% en 2023. El grueso de la caída del sector se concentraría en la reforma asociada a la compraventa de vivienda usada, que puede descender hasta un 15%. Compensando esa caída, Andimac prevé que la reforma en vivienda habitual o segunda vivienda crezca hasta un 2,5%, considerando que el impulso de la rehabilitación pueda ser un detonante para que algunos propietarios aprovechen el tiempo de obras para realizar mejoras de reforma interior en sus viviendas.

Sebastián Molinero, secretario general de Andimac, considera que, pese a la complicada situación de cara a este ejercicio, España está ante “una oportunidad histórica de mejorar el parque edificado”. A este respecto, el directivo ha apuntado a los fondos europeos como la gran palanca para conseguirlo, aunque también ha lamentado el retraso en su llegada. Molinero ha explicado que los correspondientes a 2021 van a empezar a tener efecto en 2023. Andimac estima que, a un nivel de aplicación de en torno a un 65%, los recursos de 2021 pueden tener una repercusión en demanda de materiales próxima a los 350 millones de euros. No obstante, Andimac ha advertido de que dependerá, en especial, del compromiso de las comunidades autónomas a la hora de facilitar los procesos de preconcesión y financiación inicial de las obras. Andimac pronostica que, si no se dificulta la actividad en los diferentes procesos administrativos, la actividad en el segmento de rehabilitación energética podría alcanzar a las 70.000 viviendas, iniciando una senda creciente de cara a 2024.

Riqueza de las familias

Molinero ha explicado que, para un país como España, es capital cuidar su patrimonio inmobiliario. El secretario general de Andimac ha recordado que, según datos del Banco de España, el 70% de la riqueza de las familias está ligada a estos activos por lo que “no promover la rehabilitación provocará que, a largo plazo, las propiedades pierdan valor” y la riqueza de los hogares merme.

La articulación de los fondos europeos no es, sin embargo, el único desafío al que se enfrenta el sector. Como en otras ramas de la construcción, la de las reformas y rehabilitación también tiene problemas para encontrar mano de obra que, según ha explicado Molinero, debe ser cualificada. Y eso, ha añadido, a pesar de que el sector ofrece un horizonte laboral estable, con potencial de crecimiento y un rendimiento económico mayor del que muchos creen.