Empleo

El absentismo se dispara un 66% con Sánchez y se acerca al gasto en pensiones: costará 142.000 millones en 2023

Crecerá otro 15% más este año y solo en prestaciones se abonarán 25.000 millones. El 12% de los trabajadores acumula el 60% de las bajas

BAJAS POR ENFERMEDAD
BAJAS POR ENFERMEDADAtnonio CruzLa Razón

El absentismo laboral por Enfermedades Comunes o Accidentes no Laborales ha crecido un 66% en los últimos cinco años y crecerá otro 15% en 2023, hasta rondar los 25.000 millones de euros de coste solo en prestaciones en 2023. Así lo estima la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT) en función de los datos recabados en el informe «Absentismo Laboral derivado de la Incapacidad Temporal por Contingencias Comunes (ITCC)», en el que se avanzan los tres primeros trimestres de 2023 y se cierra el ejercicio 2022. Cabe reseñar el fuerte impacto que tiene el absentismo laboral por estas causas, que lastras la competitividad de las empresas y las maltrechas cuentas de la Seguridad Social.

Este es el resultado de que más de 1.370.000 trabajadores no acudiera ni un solo día a trabajar durante 2022, con un gasto total para las empresas estimado en 97.624 millones de euros, bien porque dejaron de producir o de prestar servicios.

Un coste que, según las estimaciones de AMAT, podría superar los 117.000 millones de euros en 2023, a los que añadiendo los gastos con cargo a Seguridad Social y a las empresas, lo situaría en 142.000 millones de euros, acercándose preocupantemente a la nómina anual de pensiones contributivas (159.688 millones de euros para las de la Seguridad Social, a los que habría que sumar unos 20.369 millones de las Clases Pasivas).

En 2022, las bajas laborales derivadas de Enfermedades Comunes y Accidentes no Laborales supusieron un gasto en prestaciones económicas de la Seguridad Social y un coste directo para las Empresas superior a 21.527 millones de euros. Este gasto fue 2.600 millones de euros superior al del ejercicio 2021, y 8.593 millones de euros respecto al de 2017.

Hasta setiembre de este año, el número total de bajas laborales iniciadas aumentó un 12,02%, con respecto a los datos a septiembre de 2022. Lo que equivale a 436.408 bajas más, con respecto al mismo periodo del ejercicio precedente, pasando de 3.630.182 bajas laborales iniciadas de enero a septiembre del ejercicio 2022 a 4.066.590 bajas en los mismos meses del ejercicio 2023.

Con respecto al gasto en prestaciones económicas de Seguridad Social a cargo de las Mutuas por bajas laborales derivadas de Enfermedades Comunes y Accidentes no Laborales, se aprecia un incremento a septiembre de 2023 del 14,66%, lo que equivale a 802 millones de euros más respecto al mismo periodo del ejercicio precedente.

El coste directo de estas bajas laborales para las empresas creció a septiembre del 2023 un 16,20%, lo que equivale a 675 millones de euros más respecto al mismo periodo del ejercicio precedente.

El total acumulado de estos gastos es aproximadamente de 1.480 millones de euros más en los nueve primeros meses de 2023 con respecto al mismo periodo de 2022, es decir, un 15% más.

Con los datos de los tres primeros trimestres se estima que, en 2023, las bajas laborales derivadas de Enfermedades Comunes y Accidentes no Laborales supondrán un gasto en prestaciones económicas de la Seguridad Social y un coste directo para las empresas de aproximadamente 25.000 millones de euros.

Bajas concentradas

El 12% del los trabajadores concentran aproximadamente al 60% de los procesos de baja por enfermedad o accidente no laboral.

La duración media de estas bajas laborales en 2023 apenas desciende en 1,5 días respecto con las del mismo periodo de 2022. En 2022, las 1.138.214 bajas laborales derivadas de Enfermedades Comunes y Accidentes no Laborales diagnosticadas como patologías traumatológicas, tuvieron una duración de 68,64 días de media en 2022.

El documento remarca que las Mutuas colaboradoras con la Seguridad Social gestionaron y trataron médicamente 561.563 bajas laborales traumatológicas derivadas de Accidentes de Trabajo el pasado año, con una duración media de 39,49 días.

Según AMAT, si las mutuas pudieran actuar en el resto de procesos se podrían ahorrar 30 días en recuperar la salud de cada trabajador, más de 33 millones de días y 1.565 millones de euros en prestaciones económicas de Seguridad Social. Esto supondría un ahorro de 805 millones de euros en costes directos a las empresas.

Además, los hospitales y centros de salud de las comunidades autónomas tendrían menos carga asistencial, pudiendo reducir las indeseables listas de espera.

Ante esta sangría de recursos públicos y privados, AMAT demanda tomar «medidas de calado». En este sentido, pide que se modifiquen aspectos que influyen directamente «en la gestión de las bajas laborales derivadas de Enfermedades Comunes y Accidentes no Laborales, en aras de lograr que sea lo más eficaz y eficiente posible».

El objetivo es que «las Mutuas puedan prestar asistencia sanitaria y emitir altas médicas en las bajas laborales derivadas de Enfermedades Comunes y Accidentes no Laborales, especialmente en patologías traumatológicas». Según la asociación, esto redundaría en «una mejora de la competitividad para las empresas, que son quienes financian las prestaciones y, por ende, para las cuentas de la Seguridad Social y la economía española, así como una mejora para la salud de los trabajadores en particular, acortando sus periodos de baja laboral».