Empleo

El acertijo, misterio y enigma de los fijos discontinuos

El número de fijos discontinuos que no trabajan elevaría el paro registrado hasta 3,3 o 3,5 millones de personas que no figurarían como desempleadas en las estadísticas oficiales

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, preside la primera mesa específica de Diálogo Social, con responsables de organizaciones sindicales y empresariales, en la sede del Ministerio, a 13 de febrero de 2024, en Madrid (España).
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda DíazEduardo ParraEuropa Press

Winston Churchill (1874-1965), en octubre de 1939, en los albores de la II Guerra Mundial, señaló a la Rusia de Stalin (1878-1953) como «un acertijo, envuelto en un misterio, dentro de un enigma». La descripción, muchos años después, podría aplicarse con propiedad a los datos de paro de los que ahora se pavonea la «vice» Yolanda Díaz, al mismo tiempo que –con resabios estalinistas– sueña con prohibir el horario nocturno de algunos restaurantes.

Los datos de empleo, paro y afiliación a la Seguridad Social (SS) han ofrecido un respiro al Gobierno de Sánchez, atrapado entre la amnistía y el «koldogate». Los números oficiales registran 2,76 millones de parados y 20,7 millones de cotizantes a la SS, 103.621 más que el mes anterior, el incremento mayor en febrero desde 2007. La cifras le han permitido sacar pecho al Gobierno en un momento delicado y, aunque son positivas, presentan también muchas sombras. La primera, no menor, que el último día de febrero hubo 158.300 bajas de cotizantes, frente a solo 49.700 altas. La más llamativa, también ya recurrente desde la re-reforma laboral, es el acertijo, misterio o enigma que persiste sobre el número de fijos discontinuos que no trabajan y que serían parados. Expertos independientes los cifran en unos 800.000; Juan Bravo, vicesecretario de Economía del PP, habla de 778.000; y en el sindicato USO de unos 550.000, ya sea en «formación» o con «disposición limitada». Esos cálculos elevarían el paro registrado hasta 3,3 o 3,5 millones de personas que no figurarían como desempleadas en las estadísticas oficiales. Sin embargo, serían parados. Lo explica Juan Francisco Martín Seco, cerebro económico de Izquierda Española, el partido jacobino de Guillermo del Valle. El economista parafrasea el famoso «test del paro» de «Whicomb Riley (1849-1946), que afirma en su libro «Tierra Quemada» que si «los fijos discontinuos no trabajan al igual que no trabaja un parado y sí cobran el seguro de desempleo como los parados, es que con toda probabilidad son parados». Lo confirmaría el hecho de que el gasto en desempleo haya crecido un 4,4% y el número de beneficiarios del subsidio sea el mayor desde agosto de 2021. Sin duda acertijo, misterio y enigma, como diría Churchill.