Cuota de autónomos
Álex Algarci, asesor fiscal: "Un autónomo que hace 1.000 euros al mes paga más Seguridad Social que el que gana 100.000"
El experto fundamenta su afirmación en al porcentaje de los ingresos que pagan los más perjudicados en comparación con los más pudientes
La reciente propuesta del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha generado preocupación entre los trabajadores autónomos, al contemplar un aumento gradual de las cuotas mensuales según los rendimientos netos. Este nuevo modelo plantea una subida que oscila entre los 17 y los 206 euros al mes, lo que afectará de forma desigual a los diferentes tramos de ingresos. Por ejemplo, los profesionales con rendimientos por debajo de 8.040 euros al año, menos de 670 euros al mes, pasarán de abonarla cuota mínima actual a una de 217 euros mensuales a partir de 2026. Mientras tanto, quienes ganan entre 670 y 900 euros mensuales verán una subida progresiva que alcanzará los 264,56 euros en 2028.
Respecto a los tramos más altos de ingresos, los autónomos que superan los 6.000 euros mensuales podrían pagar hasta 796,24 euros mensuales, una subida del 35% respecto a la cuota actual de 590. Aunque desde el Gobierno se defiende que este sistema es más justo porque ajusta la cotización a la capacidad económica real de cada trabajador, muchos critican que no se está teniendo en cuenta la inestabilidad estructural del trabajo autónomo. A diferencia de un asalariado, un autónomo suele enfrentarse a ingresos variables, gastos imprevisibles y un menor acceso a derechos laborales básicos, lo que hace que una cuota fija alta sea, para muchos, difícil de asumir de forma sostenida.
Si se compara con otros países europeos, España sigue manteniendo uno de los regímenes de cotización más exigentes para trabajadores por cuenta propia. En países como Alemania, Italia o Francia, el sistema es más flexible y proporcional, permitiendo cotizar por ingresos reales y en algunos casos incluso suspender las contribuciones durante los meses sin actividad. Además, en buena parte de Europa, los autónomos con ingresos bajos tienen acceso a cuotas reducidas o bonificaciones duraderas, algo que en España sigue siendo limitado en el tiempo con la conocida "tarifa plana". Esta diferencia estructural pone en evidencia un modelo que continúa generando más presión que alivio para este colectivo de contribuyentes.
Un asesor fiscal explica el problema de los autónomos
Álex Algarci, asesor fiscal y emprendedor, enunció el principal problema de la cuota de autónomos en España en su comparecencia en ConPdePodcast, el programa emitido en YouTube. Para ello, comienza con una pequeña contextualización sobre el sistema español a lo largo de los años y lo compara con el modelo actual. "España es el único país que yo conozco en el cual había una cuota fija que ahora es progresiva, pero hay un mínimo bastante alto", confiesa el especialista. En este sentido, el asesor sugiere que el principal problema se encuentra, precisamente, en este nivel mínimo que se exige para todos los trabajadores que operan por cuenta propia.
"Un autónomo que hace mil euros al mes está pagando mucha más Seguridad Social, que es la cuota de autónomos, que alguien que gana 10.000, 20.000 o 100.000 euros al mes", sentencia. Esto se debe al "efecto que tiene sobre su renta", es decir, al porcentaje que se exige para lo menos pudientes en relación a aquellos que controlan entradas de capital mayores. "En Portugal, por ejemplo, si tu generas cero, pagas cero y cuanto más generes más tributas, va creciendo y es proporcional", aporta como ejemplo de comparación con el sistema de España. En este sentido, el modelo portugués facilita la llegada de nuevos autónomos al régimen, mientras que en España las presiones son mayores con cada subida.
La presión fiscal para el autónomo que empieza
"La cuota de autónomos es muy criticada porque el que empieza no llega a levantar la cabeza", agrega. Si bien existe la tarifa plana que ayuda al contribuyente durante el primer año, la expansión a un año adicional no siempre sucede debido a los estrictos requisitos que se demandan por parte de la administración. De este modo, en el segundo o tercer año, el pequeño negocio ya tiene que hacer frente al porcentaje real, dificultando las ganancias del mismo. "Hasta la modificación hacia cuotas progresivas, el autónomo que hacía 20.000 euros podía pagar 300 euros", indica aunque esclarece que la pensión y las prestaciones por desempleo eran menores. "Ahora como es progresivo y con un mínimo alto volvemos a tener el dudoso honor de tener la cuota de autónomos más dolorosa para el emprendedor de toda la Unión Europea", concluye.